Diario de León

HÍPICA

La doma clásica irrumpe a golpe de plata en el medallero olímpico

Beatriz Ferrer-Salat guía el camino del equipo nacional español en una mañana de ensueño

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Santiago Aparicio - markopoulo
León

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Una portentosa actuación de la amazona Beatriz Ferrer Salat impulsó al equipo español de doma hacia el segundo escalón del podio olímpico, el primero de esta modalidad hípica en el deporte de España a lo largo de la historia de los Juegos, y que ha supuesto la tercera medalla en Atenas 2004. La plata conquistada por el cuarteto hispano en el Centro Equestre de Markopoulo devuelve al deporte español hacia el protagonismo en las pruebas ecuestres, que no obtenían un éxito similar desde el oro obtenido en Amberes 1928 y la plata en Londres 1948, aunque ambas en la especialidad de saltos. Nunca en doma. Pero el papel del equipo formado por Beatriz Ferrer Salat, Juan Antonio Jiménez, Ignacio Rambla y Rafael Soto, han logrado impulsar hacia la cima de la competición internacional a la hípica de España en una modalidad que apenas tiene nueve años de existencia en nuestro país. La única amazona del conjunto de España selló una participación memorable que quedó encarrilada en la víspera, con el gran recorrido realizado por Rafael Soto, que logró la mejor valoración de los jueces entre los primeros veintiséis participantes. Este resultado supuso la irrupción de los jinetes españoles en la parte alta de la competición, que cerró la jornada asentado en el cuarto puesto con las expectativas puestas en la jornada de hoy. La puesta en escena de Beatríz Ferrer Salat sobre el caballo «Beauvalais» dotaba de ciertas garantías a los españoles, que antes dependían también del papel de Juan Antonio Jiménez sobre «Guizo». Jiménez, que terminó con la décima mejor puntuación al final de la jornada (71.458) encarriló la situación española y dejaba todo pendiente de la actuación de la barcelonesa. Perfecto en todo La amazona española apareció sobre Beauvelais a la hora prevista (11.03) y ejecutó un perfecto recorrido que le valió, hasta ese momento, el mejor veredicto de los jueces, que la calificaron con 74,667 puntos. La euforia se desató en la delegación española, que aventuraban ya más próximo, la conquista de una medalla. La entrada en escena posterior de la alemana Ulla Salzgeber, sobre el caballo «Rusty» arrebató a la catalana de la primera plaza, dejaba al equipo germano, como es habitual, en disposición de lograr el oro pero predisponía a España hacia la consecución de la plata. El metal estaba asegurado. Y todo pasó a depender de la actuación del jinete holandés Sven Rothenberger, con su «Barclay II», la única posibilidad de desplazar al cuarteto español del segundo puesto en el cajón y dejarle con el bronce. Rothenberger cumplió con las expectativas. Su puntuación nunca, en condiciones normales, podía alcanzar los 74 puntos que amenazarían a España. Ni siquiera llegó a 70 y con eso España era plata. La euforia se desató en el equipo español, que se había puesto a trabajar en la modalidad de doma a partir de su creación en España en el año 1995. Estuvo en Atlanta 96 donde terminó séptimo y también en Sydney 2000, donde fue quinto. Atenas 2004 ha acabado por sellar el crecimiento del equipo hispano, que ya dejó su impronta en los Juegos Ecuestres Mundiales de Jerez 2002 y en los Europeos 2003.Gallia est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt Belgae, aliam Aquitani, tertiam qui ipsorum lin

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