Una última opción muy remota de medalla si se repite el éxito en salto

Gervasio Deferr tendrá este lunes su segunda y última oportunidad en los Juegos de Atenas, en la final del aparato que le valió para proclamarse campeón olímpico en Sidney. Aquel oro fue sorprendente. Cuatro años después, no hay esperanzas de subir de nuevo al podio en salto. Fue la primera medalla olímpica en la historia de la gimnasia artística española. La segunda, salvo milagro, tendrá que esperar al menos cuatro años más. Para Deferr, su gran día era este domingo. No puede aspirar a repetir metal en salto. Escasas esperanzas El gimnasta español ha quedado además muy tocado anímicamente, y ha perdido las escasas esperanzas que tenía que acabar entre los mejores en la final de este lunes: «Lo que ha ocurrido ni me va a beneficiar ni a perjudicar. Saltaré y nada más», comentó ayer el gimnasta español. Deferr seguía dándole vueltas a la cabeza a una final de suelo que no olvidará y le obligará a seguir esforzándose y presentarse con más ambición en los próximos Juegos Olímpicos. El salto no entraba en sus planes en estos Juegos de Atenas. En la clasificación no pudo ser más que sexto, con 9.631 puntos. Al menos, ya saltará sin tener ningún tipo de presión. «La final de suelo no creo que deje a Deferr tan hundido. Al contrario, yo creo que le va a motivar», señaló el jefe del equipo de gimnasia, Pedro Mir, tras el durísimo golpe recibido.