Sólo ocho equipos repiten inquilinos al frente de sus banquillos

La continuidad no es precisamente una característica de los banquillos de la Liga española, que por segundo año consecutivo ha vivido un auténtico baile de nombres. Sólo ocho clubes confían en sus entrenadores de la temporada pasada, mientras que los doce restantes han optado por encomendar a nuevos directores de orquesta la tarea de elevar a sus equipos a lo más alto de la tabla. Cinco de los entrenadores son extranjeros -la misma cifra que la del último año- y otros tantos debutarán en Primera División. Sorprende también la duración de los contratos de los entrenadores. A diferencia de los de los jugadores, que pueden llegar a ser de ochos años, los técnicos sólo son fichados por una temporada y, como mucho, con opción a otra más. Así ha ocurrido este año, a excepción de Ranieri que ha firmado por tres años, Camacho y Amorrortu que lo han hecho por dos. Precisamente se estrenan en la máxima categoría los técnicos de los equipos ascendidos.