Reyes Estévez no tendrá compañía española en la final de los 1.500

El barcelonés Reyes Estévez será el único representante español en la final olímpica de 1.500 metros, que se disputará el martes, al haber sido eliminados el burgalés Juan Carlos Higuero y el malagueño Alvaro Fernández en la penúltima ronda. El mediofondo español dio un paso atrás con respecto a los Juegos de Sydney, donde Higuero -octavo- estuvo acompañado por Andrés Díaz en la final de 1.500. A Reyes Estévez le tocó ayer la primera semifinal, con dos kenianos -Isaac Kiprono Songok y Bernard Lagat- y el marroquí Adil Kaouch, de ingrato recuerdo para él, pues fue en los Mundiales de Sevilla quien se sacrificó en beneficio de su compatriota Hicham El Guerruj y también el responsable de que el barcelonés llegara «sin piernas» al esprint. Estévez salió ayer muy retrasado, sorprendido por el fuerte ritmo de Lagat, pero no perdió los nervios y esperó a la penúltima vuelta para ganar posiciones. Tuvo reservas para evitar que en la recta final le adelantaran en una carrera muy rápida para semifinales. Kaouch se impuso en 3:35.69 y Reyes fue cuarto. A continuación coincidieron en la segunda serie Juan Carlos Higuero y Alvaro Fernández y ambos corrieron la misma suerte: eliminados. Durante toda la carrera estuvieron pendientes de lo que ocurría en cabeza y aguantaron sin problemas el ritmo que impuso el marroquí Hicham El Guerruj a 700 metros del final pero en el esprint, a 200 metros de la llegada, descubrieron que no había nada en sus piernas. Fernández, que debutaba en unos Juegos Olímpicos, terminó séptimo con una marca de 3:42.01 y el burgalés llegó detrás con 3:42.13. La primera serie había sido mucho más rápida y las dos plazas de repesca por tiempos se adjudicaron en ella. Estévez hizo de estos Juegos su único objetivo del año, desdeñando la pista cubierta, y ha cubierto sus dos primeras metas parciales. El martes, en la final, tendrá ocasión de tomarse el desquite de lo que le ocurrió antes de Sydney, cuando fue apartado del equipo español pese a que estaba considerado «fijo». Las vallistas españolas corrieron suerte dispar. Glory Alozie, subcampeona olímpica, pasó la primera ronda pese a su mala salida. Fue tercera en su serie con un tiempo de 12.98. Su compañera Aliuska López, cuarta en la primera carrera con 13.21, quedó eliminada. María Abel, Beatriz Ros y Dolores Pulido sufrieron el calvario del maratón ateniense. Conscientes de la dificultad adoptaron una táctica conservadora, corriendo juntas durante muchos kilómetros, y terminaron en puestos dignos. Entre 72 participantes, la gallega María Abel terminó vigésima sexta con 2h40.13, la madrileña Ros en el puesto 32 con 2h41.51 y la menorquina Pulido en el 37 con 2h44.33. Las peores marcas de su vida en los tres casos. Estévez ahora piensa «en oro. Una vez que me he clasificado en la final tengo que pensar en ir a ganar, aunque luego puedes quedar el doce o en otro lugar, pero hay que ser ambicioso», dijo Estévez, que fue cuarto de la primera semifinal. «El primer objetivo que me había marcado está cumplido. Siempre he dicho que una de las cosas más difíciles son estas series, porque hay roces, caídas, de todo», señaló el campeón de España de la distancia, quien espera aprovechar su primera final olímpica después de acudir a Atlanta'96 siendo «casi un júnior» y de su ausencia en Sydney'00. «Al principio me he quedado un poco atrás porque pensé que iba a ser una carrera más lenta».