El equipo femenino cambia la clase de deporte por la de matemáticas

La selección española femenina ha cambiado la clase de deporte por la matemáticas, puesto que ya no tiene que jugar más partidos en la fase preliminar del torneo, pero debe estar pendiente de la diferencia de goles del choque entre Dinamarca y Angola para saber si se clasifica para los cuartos de final. España, que ya no depende de sí misma, ha realizado las cuentas correspondientes y necesita que Angola pierda por siete goles de diferencia en su partido del hoy, que cerrará la jornada. Hasta entonces, las españolas están liberadas del trabajo, puesto que el técnico, José Francisco Aldeguer, ha dado dos días de descanso al equipo. España ha terminado su participación en el grupo de B de la fase preliminar del torneo con un punto, el conseguido al empatar con Angola en la jornada inicial, y veinticuatro tantos en contra en la diferencia de goles. Más de siete goles de diferencia Angola tiene los mismos puntos y una diferencia desfavorable de dieciocho, lo que justifica la necesidad que tiene España de que las africanas pierdan por más de siete tantos antes las danesas para obtener la clasificación. Si Angola perdiera por seis goles de diferencia y lo hiciera, cosa improbable, con menos de once goles anotados, la clasificación también sería para las españolas. Sin obligaciones deportivas a corto plazo, el equipo va a desconectar durante dos días de los entrenamientos, mientras hace cábalas, aunque todas las reflexiones no deben ir encaminadas a los números, puesto que quedan cuestiones pendientes en torno a la forma en la que el equipo ha perdido algunos partidos. Ante Francia y contra Corea, la selección propició, con un juego abierto y poco inteligente, la victoria cómoda de las rivales.