Martín Berlanas, quinto en 3.000, sólo fue superado por los kenianos

Kenia impuso su ley en la final olímpica de los 3.000 metros obstáculos. No podía ser de otra forma cuando estamos hablando de un país cuyos atletas tienen ocho de las nueve mejores marcas de la temporada y que el intruso que está entre ellos no es otro que Shaheen, ex Cherono, a quien las normas del COI no le han dejado competir aquí con su nueva nacionalidad qatarí. No se oteaba a nadie en el horizonte capaz de poderles hacer la más mínima sombra. Tampoco hubo sorpresas en la forma en que se desarrolló la prueba. Desde el mismo pistoletazo de salida tomaron la cabeza, se colocaron los tres en línea e impusieron un ritmo regular de 2:42 en cada uno de los tres kilómetros. Martín Berlanas repitió el quinto puesto de Sídney -«he vuelto a tirar al poste cuando lo importante es ganar, como dice Luis Aragonés», manifestó- y fue el primer hombre blanco (8:11.64). Kenia copó el podio y mantiene de esta forma la hegemonía que tiene desde Los Angeles 84.