Estévez tira la medalla en la última vuelta y se va al séptimo puesto
El oro fue a parar a El Guerrouj, tal y como vaticinaban todos los pronósticos
Reyes Estévez llegó exhausto a la meta tras realizar una carrera notoria
El marroquí Hicham El Guerruj, plusmarquista y campeón mundial de 1.500, consiguió ayer en Atenas el título olímpico con el que venía soñando durante ocho años en un formidable combate con el segundo hombre más rápido de todos los tiempos, el keniano Bernard Lagat. La medalla de oro, que se le mostró esquivo a El Guerruj en Atlanta por un tropezón y en Sydney por la mayor velocidad del keniano Noiah Ngeny, llegó adornado con una marca de 3:34.18 y el dulce sabor de la venganza sobre la escuela de Kenia, precisamente el año en que había visto truncada su racha victoriosa y parecía más débil. El Guerruj, cuatro veces campeón mundial, aguantó el acoso de Lagat a lo largo de la interminable recta final y le batió por un cuerpo mientras que por detrás llegó el portugués Rui Silva para colgarse el bronce. El español Reyes Estévez, que aspiraba al podio, sólo pudo ser séptimo tras desfondarse en el tramo final La jornada deparó a la mexicana Ana Guevara una medalla de plata con sabor a gloria en la final de 400 metros, en una temporada muy difícil para la estrella de Sonora por las lesiones. La final femenina de 400 coronó a la bahamesa Tonique Williams, invicta desde que obtuvo la medalla de bronce en los Mundiales en sala de Budapest, el 6 de marzo pasado, en perjuicio de la campeona mundial al aire libre. Guevara, cuya racha victoriosa de 28 carreras consecutivas fue cortada en Roma precisamente por Tonique, llegó a los Juegos con menos preparación que otros años por culpa de las lesiones, pero dominó la escena como en sus mejores tiempos. Arreciaban los gritos de ánimo de los espectadores, muchos de ellos con los colores mexicanos, cuando solicitó silencio para concentrarse. La atleta de Sonora partió algo lenta, progresó y desembocó en la recta de meta emparejada con la bahamesa Tonique Williams. Sobre la recta final sostuvo con ella un vibrante codo con codo hasta que, a diez metros de la meta, Guevara arrojó la toalla. Williams venció con un tiempo de 49.41 y una ventaja de 15 centésimas sobre la mexicana. La rusa Natalya Antiukh se llevó el bronce con 49.89 El checo Roman Sebrle, plusmarquista mundial de decatlón, cambió la plata de Sídney por el oro de Atenas con una suma de 8.893 puntos inalcanzable para sus rivales. El estadounidense Brian Clay le siguió con 8.820 y el kazako Dmitry Karpov obtuvo el bronce con 8.725.