España mejora su juego pero Serbia le relega a la lucha por los diplomas

En uno de sus mejores partidos en su irregular trayectoria por estos Juegos, la selección española cedió por 5-7 en cuartos de final ante Serbia y quedó apeada de la lucha por las medallas. El mismo rival fue quien nos eliminó en el pasado Mundial de Barcelona'03. Por primera vez desde los Juegos de Seúl'88, cuando España fue sexta, no se jugaran las semifinales. Los de Joan Jané se enfrentaban a un conjunto serbio con algunos hombres veteranos, aunque no tanto como los españoles (con una media superior a los 30 años). Estos saltaron con una gran actitud a la piscina del Aquatic Centre y aprovecharon sus dos primeras ocasiones de hombre de más para adelantarse con tantos de Cha Gómez e Iván Moro. Una vez más, el trabajo de boya del hispano-cubano Iván Pérez era impagable. Pero en defensa se cometieron errores que Serbia no perdonó, en especial Ikodinovic, que consiguió dos goles consecutivos para dejar el marcador en 2-3. El segundo periodo, sin embargo, fue de sequía para el ataque español, sin un brazo ejecutor contundente. Mientras, Serbia sí se mostró efectiva y tomó más ventaja con dos goles (2-5), el segundo de ellos anotado por su estrella Savic. España debía remontar, en los dos últimos cuartos, una montaña de tres goles para meterse en las semifinales. Las esperanzas se recobraron en el tercer episodio del encuentro gracias a un parcial de 2-0 cimentado en el gran sacrificio defensivo de los de Jané. Dani Moro y Molina establecían un 4-5 que otorgaba opciones. Más aún cuando Gaby Hernández conseguía el empata (5-5) nada más empezar el cuarto periodo. España había conseguido lo más difícil pero en ese instante se les terminó la gasolina y los árbitros contribuyeron con varias decisiones a la derrota.