Gasol descarga la rabia contenida y anota 37 puntos en el aro chino

Pau Gasol demostró una vez más que es un jugador de otra dimensión, capaz de congregar a más de ocho mil espectadores en un partido que se juega a las nueve de la mañana de un sábado y que no vale para nada, pero que él convierte en un referente para la selección con 37 puntos, su récord de anotación en el equipo nacional. A pesar del desencanto de jugar por la séptima plaza contra China con un solo encuentro perdido en todo el campeonato; a pesar de que Argentina, la maravillosa finalista de estos Juegos, fue uno de los rivales superados en la primera fase; a pesar de los pesares, España dio la talla, de principio a fin. Jorge Garbajosa, el otro destacado, abrió el fuego con dos triples seguidos en respuesta a la cesta de tres puntos que inauguró el marcador para los chinos. La réplica española recordó al conjunto asiático que tenía enfrente a los subcampeones de Europa, que habían perdido en la primera jornada olímpica y que, además, Gasol iba a por todas. El 3-0 reflejó la máxima ventaja china. Luego, los hombres de estadounidense Del Harris lograron un 15-17 que subió su última diferencia a favor al tanteador. La selección ganó el primer cuarto sin mucho margen y, nada más comenzar el segundo, anotó un 0-7 (21-32) gracias a una total superioridad en el rebote (34 por 22). El control de la pintura dejó sin el argumento de Yao Ming al conjunto oriental. España capitalizó las zonas y borró a Ming del mapa por medio de un Gasol excepcional, bien ayudado por Garbajosa. Los malos porcentajes en el tiro, condenaron a la selección a esforzarse un poco más. En cualquier caso, los chinos tampoco tuvieron su día en el perímetro. Daba igual. Cuando Dueñas sustituyó a Gasol, a falta de tres minutos para el final, los más de ocho mil aficionados tributaron una ovación impresionante al ala-pívot de los Memphis Grizzlies.