El Real Madrid no fue capaz de ganar ni siquiera su propio torneo en casa

Un golazo de Castro dio el trofeo Santiago Bernabéu a los Pumas, que fueron superiores a los madridistas. Hugo Sánchez apostó por el juego ofensivo y eso decantó la balanza hacia los mejicanos, mientras el Madrid se veía incapaz, tanto con los Zidanes como con los Pavones de hacer un tanto. Ni siquiera la última perla traída por Florentino Pérez triunfó. La atracción de la noche era ver jugar a Michael Owen, pero al inglés se le vio poco. Como en Mallorca el pasado domingo, se descolgó hacia las bandas abriendo el campo para permitir la llegada de los centrocampistas. Lo intentó, colgando balones para un también desafortunado Morientes. Pero nada más. El juego del último 'galáctico' fue muy pobre, como el del resto del equipo. Tan pobre que el público del Santiago Bernabéu pitó a los suyos en un partido amistoso. Y si no arreciaban los silbidos, condenaban a los teóricos suplentes blancos con la indiferencia. Sólo se oían los gritos de Camacho pidiendo a la defensa que saliera de la cueva. defensa y presionando al rival, lo que obligó a los mejicanos a optar por el contraataque. Y en una de éstas, consiguieron su gol, ante la incredulidad del estadio. El público blanco no podía creerse que su última vieja gloria se llevara el trofeo Santiago Bernabéu ante la pasividad de sus jugadores.