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«No podemos vivir del deporte»

La nadadora, que tiene que acudir a la piscina por necesidad, todavía no ha asimilado el nombramiento pero su intención es volver a España con una medalla de la cita helena

Sara Carracelas posa después de la consecución de una medalla

Publicado por
Laura R. Vilamor - madrid
León

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Sara Carracelas se sumerge cada día en una piscina por necesidad, porque es la única vía para lograr su autonomía. La parálisis cerebral que padece desde nacimiento le obliga a caminar apoyada de una segunda persona o de un andador y le impide realizar tareas cotidianas. Por eso requiere de la rehabilitación como el respirar. Va a ser la abanderada en los cercanos Juegos Paralímpicos de Atenas, y con tan sólo 22 años. Y dice que no regresará a su pueblo, Rentaría (Guipúzcoa), sin al menos una medalla. -¿Qué siente al haber sido elegida la abanderada española de los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004? -Todavía no me lo creo. Estoy muy ilusionada. Ahora afronto estos juegos con más responsabilidad que los anteriores. No es lo mismo que cuando estuve en Sidney 2000 o Atlanta 1996, a los que fui de otra manera, con menos presión. -¿Cuántas horas diarias entrena? -Desde que empecé a aficionarme me entreno dos horas al día. -¿Con cuántos años empezó a nadar? -Empecé siendo muy pequeña porque nadar es mi terapia de rehabilitación. Debido a mi parálisis necesito la natación para poder moverme mejor. Y lo cierto es que he ganado mucha autonomía. Pese a todo tengo que andar por la calle con alguien aunque ahora me han comprado un andador y ya puedo ir sola. No hago una vida normal, tengo limitaciones, pero lo intento. Por ejemplo, no puedo cocinar. No lo he intentado mucho pero es que me da miedo. -¿Consideraría un fracaso no obtener medalla en estos Juegos? -Un poco sí. Tampoco me atrevo a decir un número concreto, quiero ser prudente. Me conformo con ganar una medalla, no me importa el color del metal. Pero bueno, voy a competir en 100 metros libres, 50 metros libres y 50 espalda, así que nunca se sabe. -¿Puede vivir del deporte? -No. Hay subvenciones, pero son mínimas. De hecho yo estoy estudiando un módulo de informática porque es imposible vivir de esto. La sociedad es muy injusta con nosotros. A los deportistas con deficiencias mentales o físicas casi nadie nos conoce, al contrario que el resto de atletas, como los que han estado ahora en Atenas. Nunca salimos por la televisión y si lo hacemos es durante las Paralimpiadas porque los cuatro años restantes se olvidan de nosotros. -¿Los deportistas paralímpicos tienen acceso a los centros de alto rendimiento? -No. Yo desde luego no. Igual en otros deportes sí, pero a mí no me han dejado. -Entonces, ¿A qué piensa dedicarse en un futuro dentro de un tiempo? -Pues dentro de diez años me gustaría verme al menos con un trabajo. También con una familia pero eso me preocupa menos. El módulo que estudio es de dos años y yo trato de sacarlo en cuatro. Pero la verdad es que veo muy difícil incorporarme al mundo laboral, aunque yo desde luego lo voy a intentar. -¿Se ha sentido alguna vez discriminada? -No. Ni en el colegio ni en el instituto he tenido problemas. Mi cuadrilla de amigos son normales y nunca me han dejado de lado por ser así. Me aceptan como soy. Yo me considero una persona como ellos, pero con algunas limitaciones. -¿En qué medida el deporte de la natación ha generado un cambio en su vida? -Absolutamente. Desde que voy a competir me siento más autónoma y hago muchas más cosas por mí misma.