España inicia su andadura hacia su octavo Mundial consecutivo

Dos meses después del fiasco español en la Eurocopa, con la dolorosa eliminación de los hombres de Iñaki Sáez en la primera fase, la selección española busca recuperar el optimismo y devolver la ilusión a la afición de la mano de Luis Aragonés, el veterano técnico que a los 66 años y con 30 años de experiencia en los banquillos vio al fin cumplido este verano uno de sus dos grandes sueños -el otro es entrenar al Real Madrid-. A partir del miércoles, cuando 'el equipo de todos' se mide a Bosnia Herzegovina en la ratonera de Zenica, España inicia un largo camino hacia el que, salvo sorpresa mayúscula o hecatombe, debe de ser su octavo Mundial consecutivo. Aunque en el momento de la verdad nunca se supera el cruce de cuartos de final, la selección no falla a un gran certamen desde Alemania-74, que repite organización de la Copa del Mundo 32 años más tarde. Luis no se cansa de proclamar a los cuatro vientos que ha llegado a la cima para coronarse campeón del Mundo. Para ello, su obsesión es cambiar el carácter, hacer ganador un equipo mal acostumbrado a la derrota. Mantiene la misma columna vertebral de la Eurocopa, con algunas caras nuevas como Tamudo, Reyes, los laterales vascos Del Horno y Rekarte y los deportivistas Romero y Víctor. Regresa Salgado, que se cayó a última hora del Europeo por lesión, y han sido relegados ocho jugadores: Raúl Bravo, Etxeberria, Luque, Xavi, César, Gabri, Capdevila y el tercer portero Aranzubia. A lo largo de dos años, 51 selecciones europeas lucharán por las trece plazas de que dispone este continente, además de Alemania como país organizador. España se jugará el pase con algunas viejas conocidas en un grupo 7 que, sin ser difícil, tampoco es de fiar. Después de la experiencia sufrida con la sorprendente Grecia en el camino hacia la Eurocopa, España no puede repetir viejos errores. Serbia, el principal enemigo A priori, Serbia y Montenegro (la antigua Yugoslavia eliminó a España de los Mundiales de 1970 y 1974, los últimos a los que faltó la selección nacional), debería de ser el enemigo a batir. Nacida como Federación en 1991, no pudo con Italia y Gales en la clasificación para el Mundial. Con los 'españoles' Kovacevic y Milosevic como habituales en el equipo, es una selección muy irregular que responde a todos los rasgos de la notable escuela balcánica. Por otro lado, Bélgica, antigua pareja de baile para España, es una selección en declive a lo largo de los últimos años que intimida más por su historia que por su juego.