Petacchi por fin despierta en Burgos
Los pronósticos suelen servir para equivocarse, salvo que se hable de Alessandro Petacchi, el esprinter italiano del Fassa Bortolo, que cuando se encuentra en forma, con ganas, no suele fallar, algo que no le sucedía en el Tour de Francia, donde tuvo que abandonar. En Burgos, final de la primera etapa en línea de esta Vuelta a España, volvimos a ver al ciclista que ganó nueve etapas en el último Giro de Italia y que ha ocupado de forma definitiva el puesto de hombre más rápido del ciclismo mundial que ostentaba Mario Cipollini. El US Postal no ganó, pero sigue al frente de la clasificación general con el holandés Max Heeswijk, un veterano de 31 años de edad, que se dedica en el tiempo que le deja libre el ciclismo a preparar palomas, con las que participa en carreras, una afición que tenía, y tiene todavía, uno de los hombres más rápidos de la década de los noventa, el uzbeko Djamolidine Abdoujaparov, que vive en Italia, en las cercanías del lago de Como. Van Heeswijk, ganador de dos etapas en la Vuelta a Holanda durante el mes de agosto, tenía la orden del director de su equipo, Johan Bruyneel, de disputar los dos esprints intermedios que había en la etapa, «para evitar que Zabel sumase segundos y nos pudiese quitar el amarillo. En la llegada sabía que no tenía ninguna posibilidad de ganar. Era una recta muy larga, en la que un esprinter necesita que le preparen la llegada. La etapa que mejor me va es la tercera (la que termina en Zaragoza). Queríamos tener el maillot en el equipo y lo hemos conseguido». Los 207 kilómetros entre León y Burgos resultaron tediosos, sólo animados por la escapada de Ricardo Serrano (Cafés Baqué) y Bram Tankink (Quick Step), que ni tenían terreno, ni les iban a dejar llegar a la meta. Las llegadas en grupo durante la Vuelta están contadas y nadie las va regalar. Se van a cotizar caras. Serie de caídas Petacchi se ha recuperado de la caída que tuvo en el Tour. En Francia se cayó en la quinta etapa, en Chartres, y se golpeó en la espalda, lo que le obligó a dejar la prueba. Se marchó sin lograr ningún triunfo. Desde las primeras llegadas se le vio que no se encontraba nada bien. Petacchi ganó con mucha facilidad por delante de Zabel, Freire y O¿Grady, una nómina importante de hombres rápidos. Freire tiene, de nuevo, forúnculos, que ya le obligaron a operarse antes del Tour, lo que le impidió correr la prueba francesa. Ahora tendrá que convivir con ellos si quiere llegar en buenas condiciones al mundial de Verona. Los planes de Petacchi pasaban por el Giro y el Tour.. La caída le hizo cambiar los planes, lo que le ha permitido llegar a la Vuelta, aún sin estar en forma, despejado a nivel psicológico, para volver a ganar unas cuantas etapas. Si Petacchi está en forma, las opciones del resto de hombres rápidos disminuyen de una forma importante, sobre todo en llegadas como la de Burgos, donde el trabajo de equipo resulta fundamental. Los italianos tienen muy trabajados los mecanismos en las llegadas y el triunfo de Petacchi les servirá para reforzar una moral que después del abandono en el Tour estaba bastante tocada, algo que se le notaba. Petacchi confesó hace tiempo que las caídas en las llegadas siempre le habían dado pavor, por lo que es comprensible que después de tener tres seguidas haya podido perder un poco de seguridad hasta volver a coger la posición en la parte final de las etapas y, lo que es más importante, volver a ganar. A Heras no le descartan Los hombres fuertes de la carrera tuvieron una etapa tranquila, salvo Joseba Beloki, que se quedó cortado en uno de los abanicos que se intentaron montar durante la etapa. Llegó a perder medio minuto con el grupo de cabeza. Después de lo sucedido en la etapa contrarreloj por equipos, cuyas consecuencias durarán varios días en la carrera, con el control del US Postal, que quiere sacar partido al maillot amarillo que tienen, nadie descarta a Roberto Heras de la lucha por la victoria en la Vuelta. Sus rivales son los primeros que dicen que se le ve muy fuerte y a pesar de la debacle de esa crono, el fue uno de los que más trabajó en un terreno que no le iba nada bien. El director de Floy Landis, Bruyneel, tampoco se atreve a aventurar las posibilidades del corredor americano. El que no quiere saber nada de llegadas masivas es el español Alejandro Valverde, que va a esperar etapas más propicias. La carrera debe de entrar en unos días de cierta tranquilidad para quienes aspiran al triunfo final en la Vuelta Ciclista a España, mientras los hombres sacan provecho de la primera semana de la carrera. Su momento pasará rápido.