Freire hace escala en Castellón antes de seguir rumbo a Verona

No ha sido el mejor de los tres esprints que ha disputado Óscar Freire, pero si el más rentable para él, puesto que lo ganó. La meta no resultó complicada, pero tuvo sus cosas, esos pequeños detalles que hacen de esos metros una lotería, un riesgo, la ruleta de la fortuna en la que te puedes ir al suelo, desgraciarte para toda la Vuelta. Valverde tuvo que sacar los codos para no irse al suelo en un esprint en el que no estaba el hombre más rápido de la carrera, Alessandro Petacchi, lo que dejaba abiertas muchas posibilidades. El maillot amarillo es importante, pero no a costa de jugarse el tipo en un arte del ciclismo que no domina, las llegadas masivas, donde su equipo no puede arroparle. Óscar Freire volvía a levantar los brazos esta temporada después de sobrepasar a Erik Zabel en la misma línea de llegada. En esa llegada, Pedro Horrillo lanzó un ataque del que acabó sacando partido su amigo Freire. Los dos podrían ser compañeros la próxima temporada en el Rabobank. Freire sigue amargándole a Zabel cuando llega la raya final, como hizo en la Milán-San Remo. El corredor cántabro va recuperando buena parte de su forma y en etapas como la de este jueves, con un filtro importante como el del Desierto de las Palmas, que se les atraganto a los esprinters puros, pero no a corredores como Freire, Zabel u O¿Grady. Es uno de esos corredores que merodea los caminos del éxito y acabó cruzándolo cuando menos se espera. Desde el mes de marzo no había vuelto a ganar una prueba. Entonces se adjudicó una etapa de la Tirreno-Adriático. Los hombre importantes de la carrera, los que cuentan para la general, se limitaron a estar subiendo el Desierto de Las Palmas. Liberty incordió mucho en esa subida, con Gianpaolo Caruso, en dos ocasiones, con Isidro Nozal, al que siguió Floy Landis. Pero, Freire, que llegó sin compañeros que le preparasen nada, fue el que finalmenente ganó la etapa de Castellón, cuando casi nadie le esperaba US Postal, sin mucho esfuerzo, saca rentabilidad al maillot amarillo, que está conservando desde que salimos de León. Si alguno de sus corredores lo mantiene después de la contrarreloj del sábado, sus rivales deberán de preocuparse.