Necesidad de ganar

TRAS UN COMIENZO totalmente negativo, frente al Baracaldo no se puede dejar un solo punto. Solo vale ganar o ganar, necesidad total de que los puntos se queden en casa, visto el panorama que presenta la tabla de clasificatoria frente al filial del Alavés -el cero parece el negro guarismo que teóricamente lleva al fondo. Orillando particulares circunstancias, aunando esfuerzos, remando todo en la misma dirección, todos, -marineros del mismo barco- deben aportar su grano de arena para conseguir el objetivo ineludible del ascenso. Porque la lógica desilusión, empujada por el viento desfavorable que viene soplando desde hace muchas temporadas -tantas que el recuerdo se pierde ya en la noche del tiempo- desata nervio y pasiones que nada aportan positivamente y a nada bueno conducen. Jugando dentro y fuera del campo. Los de dentro aceptando críticas, esforzándose para que sean favorables; les de fuera, los aficionados, siendo conscientes de que mientras hay posibilidades, no se pueden poner palés a las ruedas del carro, por mucho que sean los fallos. Hasta el último momento, es preciso ayudar. Jugadores, responsables del Club, aficionados, todos unidos en la larga, difícil, complicada tarea del ascenso. Apenas se ha iniciado una nueva andadura, hay tiempo para marcar el rumbo apropiado, por eso no puede entrar el desánimo por la puerta, abierta o entre abierta de los fracasos, de las frustraciones cosechadas en muchos lustros. De momento hay que ganar al Baracaldo y luego ratificar el triunfo en Torrelavega y salir del fondo de la clasificación.