El estado de gracia del Barça hace azulgrana el liderato provisional
Sólo la lesión de Motta enturbia una noche redonda, con más efectividad que fútbol
El Barça confirmó su buen arranque de temporada tras derrotar al Sevilla (2-0) en un partido bien trabajado por los azulgrana que controlaron a un duro adversario que nunca puso en apuros a Víctor Valdés. A los locales les costó entrar en ritmo por culpa de la desafortunada lesión de Motta. El ítalo-brasileño se lesionó de gravedad en la rodilla izquierda en una acción fortuita a los tres minutos de juego. Entre la lluvia y la entrada de Gerard, los azulgrana necesitaron veinte minutos para engrasar la maquinaria. A partir de ese instante exhibieron las cualidades que se atisbaron en el estreno liguero en Santander. Este Barça ofrece una mayor consistencia gracias a una plantilla más equilibrada que no sufre ante la ausencia de Ronaldinho. Sin el brasileño, todavía con molestias en uno de sus tobillos, el resto se reparte las tareas con eficiencia. Xavi y Deco llevan la manija. Márquez y Puyol tapan la retaguardia. Y la terna formada por Larsson, Eto'o y Giuly, se encargan de darle la pólvora ofensiva. A pesar de que el Sevilla estaba bien plantado, los andaluces no podían atajar la movilidad local. Tras los primeros escarceos de Eto'o y Larsson, Márquez y Xavi le sirvieron a Giuly el tanto que abría el marcador. El francés, que definió con una pizca de suerte, reivindicaba su pillería para ganarle la espalda a la defensa adversaria. El Sevilla andaba algo parco en ataque aunque si el debutante Velasco Carballo hubiera pecado de meticuloso habría señalado penalti por un ligero empujón de Márquez a Aranda. Demasiado poco para tomar tanto riesgo. Caparrós tomó buena nota de la inofensiva primera mitad de su equipo. Jesuli y Jesús Navas, la nueva perla sevillista, se sumaban a Julio Bapstista y a Aranda. La apuesta no le salió muy lucida. Valdés actuaba de espectador privilegiado aunque Esteban no le iba a la zaga. Rijkaard desatascó el entuerto con su invitado de lujo. Un papel que tiene reservado para Iniesta. Su entrada quedó ralentizada por la sustitución por precaución de Puyol aunque se intuía que el Barça retomaría el ritmo de la primera mitad. Una ocasión bastó para dictar sentencia. Deco centró y Larsson remató ganándole la partida en falta, según las airadas protestas de los andaluces.