Jiménez invoca al Chava

A Eladio Jiménez la fortuna y las desgracias le ha llamado en varias ocasiones a su puerta. Volvía a ganar en una meta en la que ya se impuso en 2000, cuando corría con Banesto y era un hombre con un porvenir importante por delante. Desde entonces y hasta este lunes, en la vida del ciclista de Ciudad Rodrigo han pasado muchas cosas. Se marchó del equipo en el que se había forjado como corredor, donde había discurrido toda su vida deportiva desde que era aficionado. A los 28 años de edad, de Eladio Jiménez lo mejor que se puede decir es que un profesional sólido, de los que hacen falta en un cualquier equipo. El 30 de diciembre de 2000, un coche le atropelló entrenando por los alrededores de su tierra. Acabó en el hospital con aplastamiento de tres vértebras. Estaría tres meses con un collarín con el que empezó a hacer rodillo. Meses después declaraba: «He tenido suerte, por lo menos puedo seguir andando en bicicleta». El año pasado se cayó bajando de Arrate, en Eibar, al término de la Euskal Bizikleta, fuera de carrera. Se fracturó el fémur por cuatro sitios y perdió todo el año. Después de ese accidente, tras operarse en Pamplona dijo: «Después de lo que les ha pasado a los hermanos Otxoa creo que no tengo derecho a quejarme». Valverde y Heras Eladio había sido uno de los corredores estrellas en las selecciones españolas de juveniles y aficionados que brillaron en el Mundial juvenil de Quito, y en los mundiales de aficionados de San Sebastián. En Ecuador logró la medalla de bronce en un Mundial que ganó Miguel Morrás. En San Sebastián, la selección española de ruta la componían Óscar Freire, medalla de plata, Paco Mancebo, Haimar Zubeldia y Eligio Requejo, que sería el que menos fortuna iba a tener de todo aquel grupo. Eladio Jiménez vencía en unas rampas que se clavan en los ciclistas como puñales, que se agarran, en las que cuesta dar pedales. Llegaba delante un grupo de escapados. El catalán Fuentes fue el primero en atacar. Logró unos metros ficticios. Eladio esperaría su momento. Óscar Freire le intentó seguir, retorciéndose en la bicicleta, sufriendo, dando bandazos, pero no pudo. Stuart O¿Grady había probado antes. El Xorret del Catí es una trampa en la que el equipo Comunidad Valenciana intentó colocar a Valverde de líder. Le faltaron nueve segundos. Primero Liberty y más tarde el Kelme, aceleraron el ritmo, sabedores de que alguno de los favoritos podía pagar los esfuerzos. Nozal volvería a realizar una selección brutal que dejó en cabeza a Valverde, Piepoli y Heras. Jorge Ferrio se iba de nuevo en solitario. Nozal, que se quedó de ese terceto, estuvo a punto de volver con Valverde y Heras. Floy Landis, el líder, lo pasaba mal, pero seguía de amarillo. Balears se hundió Las diferencias entre los seis primeros de la general siguen siendo mínimas. Por un segundo no llegan al minuto. Paco Mancebo no tuvo un buen día. Carlos Sastre se resiste a dejarse caer en la general, algo que Aitor González no está consiguiendo. En cuanto a nombres siguen los mismos que salieron fortalecidos de Aitana. La sensación sin embargo es que Heras y Valverde parecen los más fuertes de esta primera parte de la Vuelta. Los dos le sacaron a Mancebo 39 segundos. Denis Menchov perdió 1:38 y se aleja de la lucha por el podio. No fue un buen día para Balears. En el grupo de los mejores, Manuel Saiz demostró sus intenciones poniendo su equipo a trabajar para ahogar a alguno de los favoritos. La batalla por ahora sigue centrada en ganar segundos, los que se puedan. No era una llegada para hacer grandes estragos puesto que del alto a la meta quedaban tres kilómetros y medio en bajada, pero por si acaso, Liberty Seguros tensó la cuerda lo que pudo. Antes lo había intentado Saunier Duval, cuando los escapados llevaban una diferencia abismal, para acabar desistiendo. Demasiado trabajo sólo para ellos. Los que quieran ganar etapas van a tener que empezar a trabajarlas. Liberty tenía otras intenciones distintas y consiguió mantener a Heras y Nozal con garantías.