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El vagón de cola de la etapa hizo sitio a ciclistas con mejores días

Un total de 77 corredores fueron repescados por los organizadores para no diezmar la cita

Publicado por
Benito Urraburu - calar alto
León

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Si juntamos once etapas, el mes de septiembre y la jornada más dura de esta Vuelta, nos encontramos con un panorama desolador en el pelotón de la carrera. Hubo doce abandonos. Ningún corredor llegó fuera de control porque el reglamento es generoso en ese apartado para que la prueba no se quede hecha un cuadro. El cierre de control estaba en el 10%, en función del tiempo del ganador, y el colegio de comisarios decidió aumentarlo al 13%, hasta un tiempo máximo del 33:44. El grupo principal de rezagados, formado por 77 corredores, llegó a 31:51 y en él había nombres importantes como los de Di Luca, Stuart O¿Graday, Alessandro Petacchi y Erik Zabel. Otros, como el campeón del mundo, Igor Astarloa, no tomaron la salida, siguiendo un plan que tenía previsto desde el inicio de la prueba. Óscar Freire abandonó subiendo el primer puerto y dejó la Vuelta antes de lo previsto. El Ag2r se quedó en cuadro puesto que perdió a Oriol y Goubert. Siguen con tres corredores en carrera, entre ellos Mikel Astarloza e Iñigo Chaurreau. Al Telekom le quedan cuatro. Joseba Beloki e Igor González de Galdeano acabaron a 24:33 y 24:49. Haimar Zubeldia llegó a 15:33. Beloki, que tiene intenciones de finalizar la prueba en Madrid, tampoco pudo estar presente en los momentos importantes de la etapa reina de la ronda española. Y es que en esos pelotones multitudinarios, en los que se va controlando el tiempo para entrar con el control abierto, conviven corredores de muy distinto pelaje. Desde los esprinters, los dominadores del llamado autobús que durante la etapa de ayer se empezó a formar en el puerto de Velefique, hasta ciclistas que han sido tenido momentos de gloria en determinados momentos de su carrera, como Pavel Tonkov, ganador del Giro de Italia, que acabaría abandonando la Vuelta antes del final de etapa. Los organizadores abren mucho el control en etapas como las de ayer, con unas diferencias de minutos entre el ganador y los últimos enormes, para evitar que la carrera se quede diezmada y nos presentemos en Madrid con 50 corredores. Normalmente, todos los corredores dan relevos en esos grupos, aunque algunos van tan tocados que no pueden ni seguir el ritmo que se marca en ellos. La lista de abandonos seguirá creciendo en el futuro.