Roberto Carlos: «Al Real Madrid le falta trabajo y le sobra samba»
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El día después de la humillación sufrida por el Real Madrid en Leverkusen, el brasileño Roberto Carlos, uno de los más desacertados en el BayArena porque ni defendió ni subió por su banda en todo el partido, expresó lo que buena parte de la afición deseaba escuchar. Tras el entrenamiento matinal, aseguró que la derrota sólo es un hecho aislado, que es mucho mejor que este suspenso llegue al principio que al final del curso, y que el equipo tiene que esforzarse más y buscar menos el lucimiento. «Menos samba y más trabajar. El Real Madrid tiene que correr, pero con más sentido. Creo que estamos corriendo demasiado. Hay que pensar más y que el que corra sea el balón», afirmó el lateral madridista, quien en junio pasado, antes de las elecciones a la presidencia, echó un pulso a Florentino Pérez y utilizó una oferta del Chelsea para firmar un contrato hasta 2007, con opción a un año más, y garantizarse la jubilación. Ahora tiene 31 años y, si no hay cambios, se retirará con 34 ó 35, vestido de blanco. Roberto Carlos prometió a la alicaída hinchada blanca que lo que sucedió en Alemania «no volverá a pasar, a lo mejor una vez en toda la temporada». «Mejor que estas cosas ocurran al principio que al final. Ellos tenían más ganas de ganar que el Real Madrid y nos vencieron, pero es el momento de estar tranquilos», apostilló. A su juicio, el problema de este partido es que el Bayer presionó muy bien y los jugadores del Real Madrid no supieron moverse y sufrieron con el balón. Nada de fin de ciclo El internacional brasileño, desde hace meses una sombra del extraordinario jugador que desde su llegada se ganó a la afición, descartó que los males del Real Madrid se deban a falta de motivación o a una plantilla excesivamente veterana que quizá se acerca al fin de ciclo. «Siempre tenemos motivación, la encontramos en cada entrenamiento». ¿La plantilla es mayor? «El mejor vino siempre es el más viejo», subrayó, aparentemente convencido de lo que decía. En el plano personal, garantizó que se halla en buen tono físico. «No vivo de los resultados. Hace veinte días hice el mejor partido de mi vida en Brasil y estoy bien». «Eso sí -añadió en lo que supone un serio aviso a alguno de sus compañeros- yo no debo marcar goles. Mi obligación es defender».