El cangrejo señal podría abrirse en León la próxima temporada

Las repoblaciones efectuadas con cangrejo señal en la mayoría de masas de agua de naturaleza caliza de la provincia de León, en las que había desaparecido totalmente el cangrejo autóctono, parece que han dado resultados positivos hasta el punto de que se esté barajando la posibilidad de abrir la veda de este crustáceo en ciertas zonas donde las poblaciones están más estabilizadas. La decisión de repoblar con cangrejo señal, más parecido al autóctono tanto en su aspecto como en el nicho ecológico en el que evoluciona, se tomó en Castilla y León hace algunos años tras estudiar los resultados de repoblaciones efectuadas en algunos lugares de Europa en los que las poblaciones de cangrejo también habían desaparecido afectadas por la afanomicosis o peste del cangrejo. Otro factor a tener en cuenta fue la necesidad de frenar la expansión del rojo, favorecida por las repoblaciones clandestinas. La desaparición del cangrejo en muchas masas de agua comporta serios daños para el resto de la fauna acuática, pues este crustáceo, si bien puede actuar ocasionalmente como depredador, efectúa importantes funciones de limpieza tanto de la vegetación subacuática como de los peces y otros animales muertos o enfermos. Los muestreos, que se llevan con el máximo secreto, han trascendido a determinados medios a través de fuentes muy fiables. Por otra parte la presencia de este crustáceo resulta fácilmente constatable a través de sus mudas o los propios ejemplares vivos cuando no están ocultos entre las piedras o cuevas. Incluso algunas masas de agua en las que nunca hubo cangrejo autóctono, más exigente con la concentración de carbonato cálcico, están siendo habitadas por el señal, que acepta concentraciones menores de este compuesto imprescindible para la formación de su caparazón. Este hecho se ha producido en algunos ríos bercianos, de naturaleza mayoritariamente silícea, pero que en sus cabeceras discurren por pequeñas manchas de roquedo calizo. Según las informaciones de que disponemos los mayores ejemplares, realmente espectaculares, se han detectado en los embalses de Riaño y Casares, pero también en el Sil a la altura de Villadepalos. En cuanto a la densidad destaca el río Cea y algunos tramos del Órbigo, pero lo que resulta más curioso es que los ciudadanos de León los tienen a la puerta de casa, pues en el propio balsón de san Marcos en el Bernesga o en la Candamia en el Torío, abundan especialmente. En otros lugares tradicionalmente cangrejeros, como los ríos Porma y Esla en sus tramos medios por debajo de las presas, no se ha conseguido aclimatar. El secreto con que se llevan los estudios no ha servido para que el furtivismo haya crecido de forma espectacular. De cara a la posible apertura podrían barajarse varias fórmulas, desde la apertura de tramos libres controlados, que se alternarían con vedados, como se hace en Soria, a la creación de algunos cotos cangrejeros, fórmula adoptada mayoritariamente en Burgos y más recientemente en Palencia y Zamora. En todo caso la apertura del cangrejo señal serviría para que los aficionados, muy numerosos en León, pudiesen disfrutar de una pesca divertida e interesante desde el punto de vista gastronómico, privilegio que en la actualidad está reservado únicamente a los furtivos.