La Liga Asobal ofrece desde mañana otra versión de la lucha por el título
Desde la temporada 2000-2001 la Liga Asobal ha encumbrado a cuatro equipos distintos, Ademar León (2001), Portland (2002), FC Barcelona (2003) y Ciudad Real (2004), en un periodo de máxima rivalidad, cuya discusión se repetirá, con idénticos protagonistas, para el nuevo curso que comienza el sábado. Los cuatro «grandes» del balonmano español están abocados a cumplimentar un nuevo bis. Ese cuarteto de tenores ha sido, una temporada más, fiel a la búsqueda de una calidad progresiva en sus plantillas. Se ha reproducido el más difícil todavía en el capítulo de contrataciones de los clubes con mayor presupuesto. La Liga española, a la que gusta proclamarse como la mejor del mundo, no le faltará desde luego el máximo nivel de competitividad. En ese capítulo, posiblemente, esté por encima de la Bundesliga. El espectáculo, pues, está nuevamente servido en una Liga afortunadamente sin dueño fijo por quinto ejercicio consecutivo. Desde el «Dream Team» que reunió el FC Barcelona -cinco Ligas seguidas hasta 2000- el título del balonmano español no se deja querer por el mismo. El Ciudad Real, que defiende título y que levantó recientemente el primer trofeo en litigio (Supercopa) tras prórroga frente al Barcelona -preludio de lo que se avecina-, afronta su defensa con una preocupación añadida, que no es ajena al resto: deberá disputar cerca de 60 partidos hasta la última competición, la Copa del Rey el 29 de mayo. «Ambición sin límites», pronóstico para la temporada Juan de Dios Román, técnico del Ciudad Real. El deseo lícito del decano de los entrenadores deberá ir acompañado, no obstante, de una obligada dosificación de esfuerzos.