Ni bueno ni malo

EL BALANCE de la jornada podemos considerarlo ni bueno ni malo, y añadir lo de, sino todo lo contrario. Victoria de Ademar, empate de la Cultural, derrota de Baloncesto León. Ademar, en su debut liguero, no estuvo todo lo fino que cabía esperar. Cierto que hay que acostumbrarse a que, en esta liga, no va a ha ver ningún equipo fácil. Una simple mirada a los resultados registrados en la jornada es suficiente para emitir el juicio. Hay que caminar, pues, con los pies pisando el suelo y esperar a que los jugadores respondan como pueden y deben hacerlo. También hay que esperar a que los jóvenes valores «exploten» definitivamente dando todo lo mucho que han apuntado y que de ellos se espera. La certedad de la plantilla hace que el equipo se resienta ante la baja de algún jugador necesario; tal la de Stian Vatne en la defensa. La consabida veleidad del calendario y sus despropósitos, hace que a la segunda jornada se juegan inmediatamente. Desplazamiento a Valencia que debe sumar una nueva victoria, aunque no sin dificultades. Seguidamente llega a León el Altea que será piedra de contraste muy fiable. La Cultural empató en Torrelavega. Dominó el partido, tuvo un par de ocasiones clara para decidir, pero sabido es que el miedo guarda la viña. La necesidad de puntuar frenó posiblemente ímpetus ofensivos. Y como la Gimnástica era feliz con el empate, el resultado quedó justamente en tablas. La remontada necesaria en la tabla debe iniciarse el domingo, ineludiblemente, frente al Alfaro, y los refuerzos, más insinuados que vistos sobre el terreno de juego, tienen que contribuir muy positivamente a ella. Baloncesto León perdió «in extremis» un partido que bien pudo ganar. La suerte tuvo que ver en la decisión del lance; pero deja lo hecho sobre la cancha murciana, esperanzas para partidos sucesivos del equipo, el primero, en el Palacio frente a La Palma que llega con un resultado meritorio ante el Cáceres.