«La tenacidad es el rasgo leonés quemás me ha servido en mi trabajo»

Irse de casa a los 17 años es un fenómeno extraño en esta España de pubertad de larga duración, tipos de interés altos y sueldos bajos. Pero Antonio García Ferreras (León, 1966) no se adapta a tipologías. Después de este bachillerato informativo en la SER y, como director de la cadena de emisoras desde 2001, cambia Gran Vía por Chamartín. Sólo hay que torcer en la esquina de La Castellana y andar un poco. -Uno se levanta un día como director de la SER y, después de comer, decide que se marcha al Real Madrid como director general de Comunicación y Contenidos. -Soy un apasionado de la información, que disfruta plenamente de ella y, en especial, como reportero de guerra; pero hay etapas. Llevo 17 años en la SER y creo que es el momento de conocer otro mundo, otro universo, que depende más del resultado diario. Me apetece profundizar en este nuevo universo y por eso he aceptado el cargo. -Un cargo que debe ser tan amplio como largo el nombre. -Mi labor no es mera labor de gestión sino de diseño multimedia. El Real Madrid ha dado un salto cualitativo en los últimos cuatro años para adaptarse a los avances. Nos vamos a centrar en la creación de una televisión global del club que llegue a América y Asia, y en una página web que pueda ser leída en 14 idiomas. -¿Tan importante es el fútbol como para merecer un área específica de la comunicación? -Dice John Carlin que el fútbol es la religión del siglo XXI, un fenómeno planetario. El otro día la SER mandó una corresponsal a Darfur, uno de los lugares que se encuentran por el vuelo de los buitres, y había niños con camisetas de Beckham. Hay una enorme dosis de ilusión puesta en el fútbol y hay que saber gestionarla. -¿Qué aporta esta gestión a una entidad futbolística? -El Madrid tiene que funcionar acorde con el siglo XXI. Bernabéu fue un visionario, supo que necesitaba un estadio con gran capacidad para la gente que convocaría. Ahora, Florentino se ha dado cuenta de que el espectro se ha ampliado y que el futuro es que el Real Madrid pueda ser percibido por el mayor número de ciudadanos en el mundo. -La imagen es uno de los pilares de la filosofía de Florentino Pérez, pero ¿no cree que se sobrevalora el mensaje? -Todo fenómeno con una fuerza simbólica necesita referentes. La misión es similar a la de la poesía: rescatar del olvido de la belleza y de la rutina a la gente. -Pero, en el inicio esto era un deporte y ahora parece una fábrica cada vez más. -La diferencia entre la Coca-Cola y el Real Madrid es que tiene una implicación emocional. La sociología demuestra que una persona puede cambiar de casa, partido, pareja, incluso de sexo, pero no de equipo de fútbol. -Y éste es un terreno abonado para el márketing. -El Real Madrid no quiere márketing. Fichar a Zidane, a Beckham, a Figo..., no es márketing, son apuestas deportivas. Que le pregunten al Barcelona, que desde que se fue Figo no ha ganado un título, si ese fichaje es márketing. -¿Cree que el modelo tildado de «galáctico» es el ideal? -El Madrid funciona sobre dos líneas básicas: la belleza del fútbol espectáculo y la resistencia a la derrota incluso cuando los jugadores están mal. Lo que tiene ahora el Real Madrid es algo como escoger de una colección de cromos a los mejores futbolistas. Tanta acumulación de talento es difícil de gestionar, pero, aunque hay otros modelos, es el que hay que seguir. -No podrá negar que está todo un poco sobredimensionado. -El deporte es la referencia más importante en el mundo y el pago es que se magnifiquen las cosas a su alrededor. -Da la impresión de que cada vez hay más agentes intermedios entre noticia y público. -No hay que mentir. Hay que dimensionar lo que significa cada cosa. Nuestra labor es facilitar a los medios el acceso a la información, porque la misión es llegar al mayor número de personas. A partir de ahí, que cada uno saque sus conclusiones, que son todas lícitas. Nosotros intentaremos tender puentes, no levantar trincheras. -En el otro lado de ese puente está la prensa deportiva, que no goza de «buena prensa»... -A la prensa deportiva la mueven los éxitos, no los fracasos. De todas formas, tengo la impresión de que uno de sus defectos es que se comporta de un modo un poco resultadista: para quien gana va todo bien y quien pierde mal, y eso no es así estrictamente. -¿Cuál es el rasgo del carácter leonés que más le ha servido en su trabajo? -La tenacidad. -No será lo único que se llevará en el equipaje cuando se mude de Gran Vía a Chamartín. -Mi vinculación emocional y mi desarrollo personal va muy ligado a León, sobretodo por mi padre. Aunque nunca he trabajado en Léon, es importante la influencia familiar y de mis amigos. Tengo la imagen del leonés como tenaz, honesto y austero. Y eso es lo que he plasmado siempre en mi trabajo.