La piscina sigue protagonizando las alegrías para los españoles

La piscina olímpica volvió a ser el epicentro de las alegrías de los españoles durante la sexta jornada de los Juegos Paralímpicos. Miguel Luque Ávila logró la medalla de oro en su modalidad favorita, los 50 metros braza, en una carrera muy rápida que dominó en todo momento. El joven de 28 años natural de Granollers (Barcelona), repite el éxito de Sydney, donde también conquistó el más preciado metal. En la misma prueba, pero en la categoría de paralíticos físicos, el valenciano Vicente Gil Ros ganó la plata. En atletismo, Santiago Sanz conquistó otra plata en 1.500 metros en silla de ruedas. El mediofondista alicantino se mantuvo en cabeza durante los primeros 1.400 metros, pero a las puertas de la meta bajó el ritmo y fue sobrepasado por el austriaco Thomas Geierspichler. La primera jornada de boccia también finalizó con resultados muy satisfactorios para los españoles. Paco Beltrán, con parálisis cerebral, venció en sus dos primeros partidos y se coloca líder de la liguilla previa. Antonio Cid, también paralítico cerebral, no acabó tan bien como su compañero.