Eto'o se viste de mercenario para acabar con la endeblez balear (1-3)

Samuel Eto'o volvió a Son Moix para marcar dos de los tres goles del Barcelona sobre el Mallorca (1-3) -el otro tanto fue obra del sueco Larsson- y dejar en situación crítica a su ex equipo, que encajó la tercera derrota en su campo. El camerunés, con cinco tantos, ya es el máximo goleador de la Liga junto a Milosevic. Al Barcelona le bastaron los primeros 45 minutos para dejar sentada su superioridad ante un adversario que sólo reaccionó cuando los azulgranas bajaron el ritmo, ya con el partido muy avanzado. La primera parte finalizó con un contundente y expresivo 0-3, pero perfectamente pudo ser un 0-6 y a nadie le hubiese extrañado porque el sueco Henrik Larsson -titular en detrimento de Giuly- dispuso de hasta tres «mano a mano» con Moyá y no ganó ninguno. El equipo de Frank Rijaard jugó a medio gas y con tan escasa potencia le bastó para humillar a un Mallorca desdibujado, que volvió a poblar de jugadores su defensa y centro del campo, sin acierto ninguno, ya que cedió las espaldas a su rival en innumerables ocasiones. El Barcelona, que perdió al mexicano Rafael Márquez en el precalentamiento -sufrió una elongación en su muslo derecho y en su lugar entró Olaguer- impuso un ritmo cansino, quizás por el estado del césped, demasiado largo, y dejó a Eto'o el rol de verdugo. El regreso del «hijo pródigo», el jugador más querido por la afición insular en los 88 años de historia, no pudo ser más desafortunado para la suerte rojilla. El camerunés no celebró sus goles, como había prometido, y su rostro serio y cabizbajo, mientras era felicitado por sus compañeros, fue la prueba más elocuente del dolor que le causaba ver a su ex equipo en estado de coma, sin capacidad de reacción. Las prueba del fracaso de los planes de Floro, fueron sus instrucciones para que calentara el serbio Andrija Delibasic después de que la grada coreara su nombre de forma insistente. Floro insiste en que un equipo no es más ofensivo por jugar con dos o tres delanteros, y por ello sitúa sólo a Luis García, rodeado de medias puntas. El Mallorca no logró crear ni una sola ocasión clara de gol en la meta rival, y su única opción vino tras un error de Víctor Valdés (min 28), que calculó mal el bote de un balón y a punto estuvo de aprovecharlo Luis García. Delibasic le dio más mordiente al ataque local, y su gol (min 77) le dio la razón a los hinchas que le reclamaban desde el primer minuto. Es cierto que el Barcelona ya había dado por zanjado el debate hace mucho rato, circunstancia que favoreció la reacción del Mallorca. Más puesto y con ganas, los rojillos lograron crear auténtico peligro en la meta de Valdés, pero ya era tarde. El Barcelona se mantuvo firme para sumar tres puntos que le mantiene arriba, mientras que el Mallorca sigue sin ganar en Son Moix al encajar, ayer, su tercera derrota seguida.