El Valencia no hace sangre del Rácing y gana de un bostezo (2-0)

El Valencia se quedó corto en el marcador frente al Rácing. El campeón de Liga, liderado por Vicente, borró al Racing en Mestalla, aunque sólo ganó por 2-0 porque no tuvo eficacia ofensiva para reflejar en el marcador su tremenda superioridad y numerosas ocasiones de gol. Al Valencia sólo le faltó más puntería frente a un rival que jugó con diez durante toda la segunda parte y se marchó con un resultado honroso, porque si los locales hubiesen estado más acertados ante la portería cántabra, la goleada habría sido escandalosa. El Valencia, a pesar de no contar con varios titulares, dio un recital de ataque en el primer tiempo que le permitió asegurar en ese periodo la victoria y guardar fuerzas tras el descanso ante un Rácing que no tuvo una sola oportunidad en todo el partido. El gol de Fiore, cuando ya se había cumplido la primera mitad, hizo más justicia a los méritos que hasta ese momento había realizado el Valencia, que jugó a placer ante un insulso Racing. Aparte de sus dos tantos, el Valencia, que imprimió un alto ritmo en ese periodo y buscó siempre la portería contraria, generó entonces otras cinco ocasiones de gol, y casi siempre por la banda de Vicente, que desarboló a Pedro López y fue una pesadilla para la endeble defensa cántabra. Aunque los goles del Valencia llegaron a balón parado, con fortuna, tras pegar en un defensa, y gracias a un saque de banda, cuando ya se llegaba al descanso, los de Ranieri crearon a base de buen fútbol suficientes jugadas para haber confirmado en el marcador su absoluta superioridad. El dominio del Valencia fue aplastante en esa primera mitad en la que el Rácing no pudo acercarse a la portería de Palop, sustituto de Cañizares, que tuvo descanso, y los levantinos convirtieron en un monólogo un duelo que desde el pitido inicial sólo tuvo un color. Tampoco acusó el Valencia el resto de ausencias pensando en el Werder Bremen, y aunque la mayoría de sus ataques llegaron por la izquierda, demostró suficientes recursos ofensivos, con oportunidades de gol también para Angulo, Corradi y Sissoko. El Valencia fue una apisonadora y el Rácing la imagen de la impotencia, confirmada por Oriol al filo del descanso, cuando se ganó la segunda amarilla tras un codazo a Angulo en un salto. Poco después llegó el 2-0, un resultado que no reflejaba la enorme diferencia entre ambos equipos. El Valencia se tomó un merecido respiro en la segunda parte, aunque en el arranque siguió llegando con facilidad al área visitante y generando oportunidades en busca de una goleada de la que se salvó el Racing por la escasez de acierto.