La Cultural vive un buen momento para la reflexión (4-3)
La Cultural necesitó cuatro goles y el descuento para sumar una victoria que tuvo polémica
Para gustos los colores, que los números no engañan, y la Cultural tiene tres puntos más. Cierto, Pero en el asunto de análisis, la primera victoria de la campaña deja un toque, si no de preocupación, sí de estudio. No es normal meter cuatro goles y sufrir para ganar (ni encajar tres, y no perder, también correcto). Ya tienen materia los técnicos. Los lunes son buenos para pensar. El singular envite de ayer regaló dos goles a la grada sin haber movido un dedo. Perona metió el pie a un despeje defensivo de Astrain en el área, y el rechace acabó en gol, después de estrellarse en el travesaño, y Sola empató en el primer libre directo de que dispuso el Alfaro en el área contraria, con maestría y clase, de un zurdazo terrible y por la escuadra. La segunda llegada del Alfaro también acabó en gol, pero anulado. Negral se complicó la vida sin necesidad en el área, perdió la bola en la línea de fondo, dentro del área, y el remate de Alvero, a pase de la muerte, se entendió en fuera de juego a criterio arbitral. Así que, a la vista de que la tarde estaba de individualidades, Perona sacó el segundo recurso del manual de situaciones comprometidas, y dio un toque de elegancia al 2-1. Recibió una bola larga, se hizo sitio en la frontal con calma, y después de meter los nervios en el bolsillo, sacó un derechazo seco y dirigido que colocó por delante a la Cultural, quizá más por acierto que por dominio, porque hasta que no tuvo el marcador franco, no empezó a mandar en cancha el bloque de casa. Tácticamente, La Cultural se movió lo justo para adecuarse a un rival poco dado a las florituras hasta el descanso, y un tanto limitado de recursos. La segunda parte no ofreció mucho más. En el momento en el que Sola (min. 55) se quedó solo ante Raúl Moreno y largó un pelotazo al centro que acertó a sacar con tino el cancerbero, quedó claro que todo lo que podía dar de sí el Alfaro, estaba visto de antemano, y que a la gente de Cantarero poco más le quedaba de hacer que no fuera sentenciar el partido. Si quería, porque tampoco se veía mucho instinto asesino en el ataque de casa. Así que Joseba se apiadó de las penurias blancas, y en una acción con peligro medio, de esas que parece que calientan pero no queman, mandó a gol en propia puerta un servicio de Willy que venía de un taconazo inteligente con la firma de Paulino. 3-1 y a descansar. O no. En la grada no cesó la música de viento que acompañaba cada acción de indefinición con sello culturalista. Fue porque Sola aprovechó el error de Raúl Moreno a una salida sin excesivo peligro en teoría, pero que en la práctica acabó en 3-2. Otra vez problemas De la manera más tonta, pero bajo los efectos de vivir en la abulia de ni mandar ni rematar, la Cultural encajó el tercer gol y el segundo empate. Alvero anduvo listo a una ensalada de rechaces sin dueño, y mandó la bola a la jaula. Un cuarto de hora largo para sufrir, y otra vez el personal de uñas y cabreado en la tribuna. Los del pañuelo en la mano, por lo que había abajo, y los del palco, por lo que se les venía encima. 3-3. Tuvo que ser Fresnedoso el que remediara la angustia con un gol sobre la bocina, cargado de polémica, legal para los dos de casa, con falta al portero incluida para los forasteros. Para que en el tema disciplinario no hubiera dudas, los dos entrenadores acabaron expulsados. Y los puntos acabaron en casa.