Iván Gutiérrez e Isidro Nozal se hunden en la contrarreloj

«Mi carrera profesional a nivel internacional ha empezado hoy». Michael Rogers, el nuevo campeón del mundo contrarreloj, tiene 24 años de edad, nació en Barhan (Australia), Nueva Gales del Sur, pero vive en Varesse (Italia), donde lleva afincado muchos años. Finalizó cuarto en la contrarreloj individual de los Juegos Olímpicos de Atenas que ganó Tyler Hamilton, por delante de Viatcheslav Ekimov y Bobby Julich. Ninguno de los tres ha corrido estos mundiales. Rogers, que dominó de una forma insultante a sus rivales, rodó a una media horaria de 48,781 kilómetros por hora y aventajó en 1:12 a el alemán Michael Rich, que logró su tercera medalla de plata, y al kazajo Alexandre Vinokourov, que finalizó a 1:12. Consiguió la mayor diferencia que se ha logrado nunca entre primero y segundo en una contrarreloj mundialista, con esos 72 segundos de diferencia. Por la mañana le entregaron la medalla de oro que le correspondía por la descalificación de David Millar en la contrarreloj del mundial de 2003. Michael Rich sumaba su tercera medalla de plata, que se une a otra de bronce. El alemán siempre se encuentra con alguien mejor que él y los años se le van pasando para conseguir el oro. Rogers, que ya sabe lo que es ganar la Vuelta a Bélgica, el Tour Dow Under, la Vuelta a Alemania y la Ruta del Sur, apunta alto. Los dos representantes españoles no lo hicieron nada bien. José Iván Gutiérrez, que tenía puestas muchas esperanzas en la contrarreloj, acabó en noveno lugar, a 2:23 de Michael Rogers. El corredor de Suances (Cantabria) reconocía que «para mí ha sido un desastre, un fracaso». «A Michael Rogers le gané en el Gran Premio de las Naciones. No puedo entender cómo me ha sacado tanto tiempo», se lamentó Gutiérrez. En cuanto a Isidro Nozal, estuvo toda la prueba vomitando: «No me he encontrado nada bien durante toda la carrera y desde el repecho hasta la meta he estado vomitando».