León afronta otro duro test en la hostil pista del poderoso Menorca
Los de Jareño buscan auparse a la cabeza de la tabla en un pabellón que no olvidó el play-off
El Baloncesto León tiene que afrontar un duro examen esta noche en un pabellón que tampoco le pondrá las cosas fáciles. Este prematuro cruce del León con el Menorca llega pocos meses después de la eliminatoria de play-off, que al margen de la tensión normal de la cancha se vio caldeado en lo extradeportivo con varios «detalles». Para la actual plantilla del equipo está rivalidad le es desconocida, salvo algunas excepciones como Martín Ferrer o Higgins, pero está garantizada un ambiente hostil desde la grada por parte de la afición de un equipo que, tras el descenso del Drac Inca de Mallorca -su rival natural- señala directamente a León como su «enemigo directo». Pero además del ambiente hostil en un pabellón pequeño, lo que apura aún más la presión, Baloncesto León se las verá en la pista con un equipo que está considerado este año como uno de los grandes. Tras incrementar su presupuesto en un 33% el equipo insular dispone de un millón de euros, con el que ha conseguido mantener a buena parte de su plantilla del año pasado, y a la que ha sumado refuerzos para disponer por vez primera en la LEB de diez jugadores de garantías, algo parecido a lo que ha hecho León. Si el Menorca nunca ha faltado a la cita de los play-off en los últimos años -León ya fue víctima de su modestia hace cuatro años-, este año se presupone que su papel en la Liga será realmente notable. En el capítulo de jugadores el Menorca perdió a Salva Camps, pero recuperó a Patricio Reynés, un base que sabe lo que es eliminar a León por tres años consecutivos en los play-off -una en Mahón y dos en Tenerife-. En la dirección de juego, el club se hizo con Mario Bruno Fernández (ex Aracena) que llega a esta cita con León arrastrando una lesión en un talón que le hará jugar mermado tras perderse el último partido de Liga en Cáceres, donde el equipo insular cayó. En el exterior, el Menorca dispone de Terrence Stewart (llegado del Plasencia) y de Francesc Sabaté (ex CAI), que acompañan en el quinteto habitual a Chris Moss y Jordi Llorens, llegado de Manresa. En el banquillo, el técnico Curro Seguro cuenta con Urko Otegui, Alberto Miguel y Alberto Galarreta, ya conocidos por la afición leonesa, y a los que se unió José Manuel Coego, llegado del CajaRioja. El principal inconveniente para el Menorca ante el partido de esta noche puede estar en la dirección de juego, ya que si Mario no se recupera podría castigar en exceso de minutos al veterano Reynés. El propio Mario manifestó a la prensa local que aunque está mejorando su recuperación es lenta. «La zona del talón me duele menos, pero aún sensible el lateral. Al menos me puedo poner ya el calcetín y eso para mí es una alegría, aunque me duele el roce de la zapatilla», comentó el base. Con madrugón Por su parte, León dispone de sus diez jugadores sin mayores inconvenientes, aunque el acoplamiento de López Valera aún precisa tiempo. Ayer tocó madrugón para volar vía Madrid hacia Mahón, lo que redujo los tiempos de traslado, ya que al mediodía el equipo había aterrizado en la isla. Anoche se produjo la toma de contacto con el pabellón a la hora del partido y hoy el trabajo será técnico sin volver a pasar por la cancha. Cancha: Pabellón municipal de Mahón Árbitros: Morales Ruiz (Col. madrileño) y Pagán Baró (Col. catalán) Hora: 21.00 h.