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LUCHA LEONESA 2000

Oscurantismo y transparencia

Publicado por
MARRO
León

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AÑO OLÍMPICO = elecciones en todas las Federaciones, lo que afecta consiguientemente a una denominada Federación de Lucha Territorial ó Castellanoleonesa (?) o algo así... Así de pintoresco, vaya. Y en este tránsito de pre-convocatoria electoral nos correspondería hostigar (que no «hostiar») en positivo; catarsis y purificación (¿depuración?). El caso es que desde la Lucha Leonesa, luces y sombras federativas ¿Más sombras que luces? Dejarlo en claroscuros..., por más quede cara a las Elecciones Presidenciales hagamos votos por que la transparencia (luchística) desplace al oscurantismo (aluchero). Que las luces de la modernidad renovadora alejen las sombras del compadreo de juan palomo/yo me guiso yo me lo como. Y ello tanto en la esencia como en la apariencia, pues sabido es que «la mujer de El César no sólo ha de ser honrada sino parecerlo». Así pues, en orden a ese alejamiento de sombras se impondría una (demorada) auditoria clarificadora que disipe dudas y recelos ya de entrada; y/o partida. Y que despeje el horizonte proyectado luminosidad, no sólo hacia adentro sino -reiteramos- externamente. Cuando son tan importantes eso que se ha dado en llamar «signos externos». En este caso auditar es tanto una obligación como un derecho; sin reservas mentales ni reticencia alguna. Ello, insistimos, de entrada. Y de salida... salir de inmediato de la desubicada soledad de La Serna y «a alinearse» en las ubicaciones federativas al efecto del Nuevo Estadio con el resto de Federaciones: equiparación a cualquier deporte con estructura actual. Por operatividad, por imagen y casi hasta por dignidad. Y autoestima. Transparencia interior -auditoría- y signos externos hacia fuera: oficinas federativas donde corresponde. Al tiempo aprovechar ya la mudanza para trasladar asimismo el Monumento a la L.L. allí también «donde corresponde»: frente al Palacio de los Deportes Leoneses y presidiendo el más Leonés de todos. El mejor homenaje y tributo a la L.L. y, en suma, el mejor y más digno enclave. Que para indigno e impresentable el actual, frente al Edificio de la Junta Castellana y en una rotonda sin acceso peatonal. «Puesto por el enemigo», nunca mejor empleado, y ahí seguirá si nadie lo remedia. Retomando el oscurantismo, representaría un insulto a la inteligencia plantearse las Elecciones presidencias en clave de mangoneo y caciqueo de «aluche de la boina». Así que, por compromiso intelectual y valga la cursilería, deploraríamos el planteamiento de un perfil de Presidente que encarnase el espíritu (?) «aluchero y gorranero». Propugnamos pensar y tender a gente preparada y seria, aunque no resulte demasiado graciosilla y chascarrilera, puesto que talante sin talento... nos llevaría al Javi o el Juli de turno. Más peso específico, cualificación profesional, algún bagaje (o barniz) intelectual o formación académica, incluso un cierto relieve social... Conscientes de que lo que se busca es algo bastante distinto al Presidente del Pueblo, al Presidente de una Junta Vecinal. Por cierto, llegado el caso lo de menos sería que supiera de Lucha Leonesa; otra cosa es que sea «hombre del deporte» y en tal sintonía y mentalidad. Vocacionalmente convencido, nada de «comprometido y por compromiso» y todo eso; o al menos conscientemente dispuesto a implicarse y dedicarle todo el (mucho) tiempo preciso. Y no precisamente para ir de corro en corro: un presidente «en serio» no tiene por qué acudir a todos los corros ni muchísimo menos, como tampoco uno de Club o de Federación o de cualquier contexto deportivo acude a todas las competiciones; es más, no debiera «desgastarse aguantando» un corro y otro, reservando «el desgaste» para la gestión creativa y la decisoria insustituible. Pero en este frente de las representaciones (que eviten las presencias), los apoyos, el bloque solidario, entra en juego otro importante factor: el equipo. El equipo presidencial, más que el equipo directivo. Valía personal e individual aparte, y en aras de esa transparencia que invocamos en titulares, eludir esa endogamia tan consustancial con la L.L.; apaños más o menos endogámicos derivados de que en la Lucha no sólo somos pocos (y mal avenidos) que encima emparentados: cuando no coinciden hermanos, coincide padre e hijo, tío y sobrino, cuñados... Finalmente incidir, transparencia frente a oscurantismo, en lo de Presidente dispuesto a implicarse por entero y equipo presidencial -junta directiva- dispuesta a integrarse sin reservas.