Otra juventud de Roberto Dueñas

EL GIGANTE del vestuario barcelonista, Roberto Dueñas, vive una segunda juventud en el equipo, después de que una bocanada de confianza y un trabajo específico para un cuerpo irregular de 2,21 metros le convirtiesen en uno de los jugadores más determinantes de su equipo en el arranque de temporada. Soplan vientos de paz en el vestuario barcelonista tras la marcha del serbio Svetislav Pesic, el azote del tímido Roberto, quien anoche tras el partido contra el Lleida, correspondiente a la final de la Liga Catalana, no paró de recibir reconocimientos. Y es que tras la designación como mejor jugador de la fase final de la Liga ACB 1996-97, Roberto no había sido distinguido hasta anoche como el mejor jugador del partido, un galardón que sentó muy bien en el vestuario barcelonista. Dueñas muestra un punto extra de motivación en los últimos partidos que tiene claras explicaciones. Por una parte, la marcha de Pesic ha ayudado al jugador a afrontar el día siguiente sin traumas. El nuevo entrenador del Barcelona, Joan Montes, ha entendido que los 2'21 metros de su pivote no pueden ponerse a trabajar con la intensidad que lo hace el resto de jugadores. Perseguido por una eterna enfermedad en la espalda, que le provoca irreconciliables dolores en la zona, Roberto tiene un trabajo en el entrenamiento diario al uso. Entienden en el Barca que no deben exprimirlo a diario en dos sesiones físicas agotadores y le han marcado una pauta con la que se siente cómodo y, por lo visto, está dando excelentes resultados. Por otra parte, el resultado de la confianza con la que cuenta por parte del equipo técnico y su estado de forma, preparado para rendir al máximo en los partidos está propiciando que el jugador se salga en cada choque y que la victoria de su equipo tenga mucho que ver con su rendimiento individual. Con un contrato de dos años de duración, el pivote barcelonista vio peligrar el pasado verano su continuidad. Una cláusula permite abonarle una cantidad determinada y desprenderse de sus servicios. Superado también el mal momento cuando debió escuchar de Pesic que era un «inválido», Roberto Dueñas ha devuelto a su mejor baloncesto debido a la confianza del nuevo entrenador, Joan Montes, quien ha trabajado sistemas para que el pivote se luzca, especialmente cuando juega cerca del aro contrario.