El colectivo arbitral local precisa duplicar el número de afiliados

El pasado sábado se celebraron las pruebas físicas que todas las temporadas deben cumplimentar los miembros del colectivo arbitral de fútbol en la comarca. En las pistas del Colomán Trabado comparecieron algo más de una veintena de colegiados que demostraron un buen tono físico en líneas generales. No estaban todos los que son, tal y como matizaba el hombre que está actualmente al frente de este colectivo, Nemesio López «tenemos a alguno que está realizando tareas agrícolas, domésticas y algún otro que se encuentra lesionado por lo que deberán pasar el examen físico en otra fecha que puede ser el día de la Constitución o bien el 23 de abril». Lo que está claro es que el colectivo es escaso, muy escaso para cubrir la gran cantidad de partidos que se celebran durante el fin de semana. Nemesio cuantifica las necesidades del Colegio «hacen falta por lo menos otros tantos como los que hay en la actualidad, tenemos la esperanza de que aparezcan nuevos árbitros cuando se inicie la campaña de captación que se celebra a nivel nacional y además tenemos la opción de que se queden con nosotros algunas de las chicas del Promesas Ponferrada que están viniendo a las clases de reglamento y el aspecto técnico que imparte José Luis González González». El colegiado de Fuentesnuevas es ahora mismo la cúpula del iceberg del arbitraje berciano. Cumple su segunda temporada en la categoría de plata del fútbol español, lo que es un orgullo para el colectivo y un estímulo para los jóvenes que quieren seguir sus pasos. Además de él, Jesús Marqués también es pieza básica en auxilio del delegado, actuando como secretario del Colegio local. La pregunta es obvia, si hacen falta otros tantos árbitros como los que hay actualmente, ¿cómo se cubren actualmente todos los partidos cada fin de semana? Nemesio expone la respuestas con resignación «pues doblando y triplicando, con chavales que están por la mañana y pitando de línea o el que está de línea, pitando después y así, como buenamente podemos». Esto no beneficia a nadie y mucho menos a los propios árbitros «no, porque no somos máquinas y esto pasa factura físicamente y la mente tampoco está muy fresca en esas circunstancias, con lo que se producen problemas que la gente no entiende muchas veces, hay que comprender que son niños que están jugando y que somos humanos, por lo tanto el error es inherente a nuestra condición humana, es lo mismo que cuando un niño falla un gol o un penalti o lo que sea, nadie le dice nada, pero en cambio al árbitro, cuando se equivoca, parece que hay derecho a decirle de todo». Ante la falta alarmante de colegiados, no se les puede poner demasiadas trabas a aquellos que se les acerca al Colegio «en absoluto, no hay límite de edad, como anécdota ahora mismo tenemos a una niña de diez años que está asistiendo a los cursillos, tampoco la vas a poner a pitar ahora, pero el año que viene tendrá once años, volverá al cursillo y empezaremos a darle algún partido fácil para que se vaya integrando en el arbitraje y si le gusta porqué vas a quitarle la ilusión sólo porque sea joven». El cursillo lo imparte José Luis González, árbitro de Segunda División «antes lo daba yo, pero ahora como tiene más tiempo porque nos ayudan las chicas del Promesas pues ya lo lleva él, incluso he invitado a que vengan también las chicas de la Peña Centenario porque entiendo que les viene bien, aunque al final no se queden con nosotros, por lo menos se ponen al día en la reglamentación del fútbol, que nunca les viene mal». Esto es conveniente para todos los jugadores, puesto que a veces se protesta a los árbitros más por desconocimiento del reglamento que por otra cosa «incluso nosotros que estamos al día a veces tenemos que actualizarnos porque siempre están llegando circulares nuevas y eso te exige estar aprendiendo constantemente». Incentivo económico Aunque la mayoría de los miembros del Colegio en El Bierzo llegan al colectivo por pura vocación, tampoco debe olvidarse que los árbitros cobran unas pequeñas cantidades por dirigir partidos. Dada la falta de colegiados quizá por ahí se puedan encontrar también nuevos miembros que se acerquen a este mundo tan peculiar «se dan muchos casos de gente que le gusta el fútbol pero no reúne condiciones para practicarlo, por lo que puede encontrar en el arbitraje una manera de seguir vinculado a este deporte desde otra faceta distinta como lo es la faceta arbitral y encima sacan para sus gastos». Nemesio López ponía el ejemplo de los niños más pequeños que empiezan a pitar en las categorías más bajas, que también son las que menos complicaciones ofrecen «si te lo pasas bien dirigiendo los partidos de los alevines, que son una gozada pitarlos porque se dedican a jugar y a divertirse y encima te dan siete u ocho euros este año con la subida, pues les viene fenomenalmente a ellos y a sus padres». Por desgracia, el arbitraje no escapa a los vicios que afectan a gran parte de la sociedad actual. Muchos niños se refugian en otras alternativas en vez de acercarse al deporte «es así, a veces los jóvenes se meten en otros asuntos turbios o abusan de la informática en vez de dedicarse a hacer deporte».