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Javier Arias demuestra otra vezmás que está por encima del resto

El piloto ponferradino sólo encontró resistencia en el Renault Clio del asturiano Juan Bautista

Publicado por
Ramón Díez - león
León

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La XVIII edición del Rally Ciudad de León cayó en poder del piloto berciano Javier Arias, a bordo de su flamante Seat Córdoba World Rally Car. Su triunfo empezó a fraguarse ya desde el principio porque el de Toral de Merayo hizo doble scratch en el primer tramo del Castillo a Riello. Pero ya desde ese momento se pudo comprobar que su hipotética victoria no sería holgada porque, a pesar de que la práctica totalidad de los «grandes» no podían seguir su ritmo demoledor, el asturiano Juan Bautista, con su Renault Clio Maxi, fue capaz de entrar en el punto de cronometraje a sólo tres segundos del berciano al segundo paso sobre ese tramo inicial. A pesar de todo, los nueve segundos que había acumulado Arias en la primera pasada le servía como colchón para afrontar con cierta ventaja el tramo de La Vid. Para darle más emoción a la carrera, el fenomenal piloto astur le tomó cinco segundos al de Toral de Merayo en la primera pasada por La Vid, en un tramo marcado por el cambio climatológico que sólo supo prever Antonio Garrido. La lluvia pudo cambiarlo todo Fue curioso porque después de cumplimentar los dos primeros tramos en el Castillo y Riello, los pilotos acudieron al parque de trabajo de La Robla, donde brillaba un sol radiante. Sin embargo, en terreno montañoso los cambios en la climatología son imprevisibles para casi todo el mundo y los pilotos se presentaron en La Vid con neumáticos lisos para terreno seco. Todos llegaron así excepto el ponferradino Antonio Garrido, que había calzado neumáticos mixtos y eso le hizo ser el mejor en el primer paso por este segundo tramo, aventajando en cinco segundos a Juan Bautista. Garrido estaba radiante y en esos momentos albergaba fundadas esperanzas de terminar dentro del podio. El del Team Gran Hotel afirmaba resignado tras llegar al final del primer tramo en Riello que no podía hacer más de lo que estaba haciendo y tenía razón. Garrido estaba en sus registros, pero tanto Arias como Bautista estaban en otra onda, corrían una carrera particular entre ambos y el resto asistían impotentes a su exhibición en la lucha por el triunfo. El caso es que el miedo guarda la viña y la mayoría de los pilotos optó por llevar neumáticos idénticos a los del resto, pensando aquello de que «de equivocarnos, nos equivocamos todos», excepto Garrido, que según confesaron algunos de sus rivales ya en el parque cerrado de Eras de Renueva, tenía gente de su equipo en el tramo de La Vid y fue avisado de las condiciones climatológicas que se iba a encontrar allí. Sea como fuere, una vez que los pilotos procedieron a cambiar las gomas para afrontar la segunda pasada por ese tramo, los cronos volvieron a parecerse a los que se habían marcado en Riello. Arias volvió a estar en lo más alto, pero Juan Bautista le seguía de cerca, siendo ambos los únicos capaces de bajar de los seis minutos en esta pasada, si bien el berciano le tomó ocho segundos en el paso cronometrado. Es increible la mejora del líder, que rebajó nada menos que en 43 segundos su tiempo con relación al primer paso por La Vid. Como él mismo explicaría, no podía arriesgarse a sufrir una salida cuando iba líder por llevar neumáticos de seco. Había que aguantar como fuera, ya que el resto tampoco podría arriesgar, en condiciones normales. a un accidente por culpa del agua. Lo único claro es que la victoria iba a ser cosa de dos. La ventaja de Arias le permitía pilotar sólo con relativa tranquilidad porque Bautista no cedía. Pero el tercero en discordia, el vallisoletano Juan José Abia, estaba a un minuto de los mejores y dada la configuración del Rally, todo lo que tuviera que pasar iba a pasar en Riello y La Vid, puesto que el tramo espectáculo del Portillín era precisamente eso, un paseo para el lucimiento de los pilotos y deleite de público y participantes, pero en cualquier caso irrelevante para la clasificación. De lo poco que restaba por ventilarse bajo la lluvia que caía en el tramo de La Vid quedaba la incertidumbre de saber quién ocuparía el tercer peldaño del cajón en el parque cerrado de Eras de Renueva. Estaba claro que Arias y Bautista tenían reservadas las dos primeras plazas y había otros dos pilotos litigando por estar entre los tres primeros. Eran el vallisoletano Juanjo Abia con un coche similar al del líder, otro Córdoba WRC y el berciano Antonio Garrido, con su Mitsubishi Lancer Evo VI. Hizo un carrerón el ponferradino pero al final resultaron decisivos los trece segundos que le tomó Abia en el último paso por La Vid, cuando ambos competían con neumáticos similares. El Desafío se pone interesante La lucha por la clasificación general estaba muy restringida por mor del potencial de los coches que pilotaban los favoritos sobre el resto de conductores. El otro aliciente de la carrera residía en saber si Pakito dejaría virtualmente sentenciada la clasificación del Desafío Diario de León que él mismo comandaba antes de la prueba. Y para sorpresa general, el de Ponferrada se salió en la primera pasada por el tramo inicial, dañando gravemente su vehículo y llegando a duras penas a concluir en Riello. El camino quedaba despejado para su máximo rival, Conrado Fernández y para el gallego Pablo Rey. El primero acabó quinto, primero de la clase media y el ferrolano se fue al décimo puesto. Todo se resolverá en la Carrera de Campeones, en Ponferrada.

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