La Cultural sumó ayer su primera derrota ante un Sporting reservón

La Cultural vio cómo se le escapaban ayer tres puntos del Área Deportiva de Puente Castro frente al Sporting de Gijón, después de un encuentro en el que el mayor oficio de los asturianos les sirvió para conservar la renta de un gol cosechada en el primer cuarto de hora de juego. La primera derrota rompe la racha de los leoneses, que pierden comba con respecto a los equipos de la cabeza de la tabla clasificatoria. No fue el partido abundante en buen fútbol sino que se decantó más por el juego en el medio del campo y la escasez de ocasiones de gol por parte de los bandos participantes. Durante los 45 primeros minutos de la contienda fueron los sportinguistas quienes controlaron de mejor manera el centro del campo, dado su posicionamiento en el terreno, con dos puntas bien fijadas en el ataque que no permitían la circulación fluida de los locales y ensanchaban las penetraciones asturianas. Fruto de este dominio fue el primer y único gol del partido, que anotó Luis Morán, que ya había avisado en los instantes precedentes, en el minuto 12. Los asturianos ligaron una buena jugada en el centro del campo y el ariete visitante, más listo que la defensa culturalista, alojó el esférico en las mallas. Los culturalistas, espoleados por el gol de los visitantes, se lanzaron con un poco más de descaro al ataque, aunque la posición aislada de Murci no permitió demasiados remates. En una de las llegadas, Carlos Manuel tuvo en su cabeza, después de un libre directo, la oportunidad de igualar la contienda, pero su remate se estrelló en el larguero. La buena trayectoria que acumulaban los locales hasta la tarde de ayer hizo que el técnico sportinguista, a la vista del resultado y los precedentes, planteará un esquema más de contención, más preocupado por defender que por atacar y con una de las puntas más retrasadas para ganar los balones divididos. El encuentro se enmarañó más si cabe en el centro del campo, con poca labor en las áreas y sin que los asturianos vieran peligrar en exceso su renta. Valiño tiró de los recursos que guardaba en el banquillo, pero no consiguió con ninguno de ellos el premio del empate, que por méritos hubiera sido el resultado más justo en la tarde de ayer.