Australia zanjó todos los títulos mundiales sin que haya acabado la temporada

El Gran Premio de Australia de motociclismo que se disputó el domingo en el circuito de Phillip Island dejó sentenciados los títulos mundiales que todavía quedaban por dilucidar, el de 250 c.c. y MotoGP, ambos con protagonistas españoles. Lo mejor llegó en los 250 c.c., en donde Daniel Pedrosa (Movistar Honda) dejó claro que no tenía la más mínima intención de cometer ningún error y se comportó en carrera en función de como se fueron desarrollando los acontecimiento, sin cometer un sólo error y sin dejar el más mínimo atisbo de duda de que quería regresar a España después de tres semanas como campeón del mundo. Y eso que la mañana dominical no comenzó demasiado bien, pues Daniel Pedrosa acabó empujando una de sus motos en plenos entrenamientos libres, pero luego, en carrera, no dejó ningún cabo suelto y el triunfo de su máximo rival, el argentino Sebastián Porto (Aprilia), no le impidió proclamarse campeón rompiendo varias estadísticas de este arriesgado deporte, casi todas ellas por ser el más joven en conseguirlo sus hitos personales. El segundo frente abierto estaba en MotoGP, pero cierto es que ahí el objetivo de Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V) era bastante más complicado pues su único rival y quien le llevaba ventaja al frente de la clasificación provisional del campeonato era nada menos que el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1).