La eficacia impide al Barça sacar un resultado positivo en San Siro (1-0)

El Barça marró la gran ocasión de dar el golpe en San Siro tras perder ante el Milan por culpa de un solitario tanto en la primera mitad de Shevchenko. Los azulgrana encajaron la primera derrota en la Liga de Campeones por culpa de su falta de eficacia y por la mala suerte, ya que Larsson e Iniesta estrellaron sendos remates en el larguero de Dida. San Siro se vistió de gala para presenciar un duelo que se presumía de talante ofensivo. Tanto el Barça como el Milan presentaban un once titular lleno de atacantes de alto nivel. La diferencia radical estaba en el estilo de juego. El Barça quiere el balón. Su gran pasión es sobar el esférico. Robarlo en la primera línea de creación del rival y adelantar la defensa para provocar el fuera de juego. El Milan ofrece un repliegue digno de cualquier conjunto italiano con una salida directa y un punta letal como Shevchenko. Estas bases movieron un partido vibrante. El Barça controlaba mucho más la posesión. Belletti aprovechaba el gran vacío dejado por los rossoneri en su banda, pero sus centros andaban escasos de mordiente. A los azulgrana no les va el juego sencillo. Tras un remate de Shevchenko bien resuelto por Valdés, el larguero evitaba el tanto de Larsson en una hilvanada acción. El rival, agazapado El partido ya se movía sobre la dinámica preestablecida. El Barça dominaba a su adversario que andaba agazapado esperando su momento. Shevckenko hizo gala de la mayor virtud italiana. Una internada de Cafú le bastó al ucraniano para ridiculizar a Belletti ante la mala salida de Valdés. El duelo andaba equilibrado con el único lunar de la inesperada ausencia de Ronaldinho. El brasileño reapareció en el tramo final de la primera mitad tras abandonar la banda izquierda. Uno de sus destellos puso en apuros a la defensa milanista. El descanso estropeó a los azulgrana. El sermón de Rijkaard tuvo consecuencias nefastas. Durante un cuarto de hora, el Barça perdía el centro del campo ofreciendo al Milan todo el espacio necesario para sentenciar. Tras esa siesta, el Barça resucitó, aunque con menor intensidad que en el inicio. Faltaba la aparición de alguno de los cracks azulgrana para empatar. Rijkaard optó por la carta de Iniesta, recambio de un flojo Eto'o. Ancelotti estaba decidido a maniatar a su adversario al comprobar que Inzaghi y Kaká eran incapaces de aumentar el marcador con sendos tímidos remates ante Valdés. Muralla rosonera El Barça apuntaba con todas sus armas ante la muralla rossonera. Una ambición que no obtuvo sus frutos. Iniesta tuvo el empate en el penúltimo minuto de partido pero su disparo a bocajarro ante Dida se estrelló en el larguero. Era el último suspiro de un duelo que los azulgrana no merecieron perder. El Milán se llevó sufriendo al final el triunfo, el liderato en solitario, casi la clasificación y tumbó a un Barça que debió jugar mucho antes como lo hizo en el último cuarto de hora. El fútbol español cedió el testigo del cetro europeo a los clubes italianos y tras jugarse la tercera jornada de la Liga de Campeones, el Inter, el Milán y el Juventus son junto al Chelsea, los equipos que suman nueve puntos y por tanto enfilan ya con calma su pase a la segunda fase del torneo. En el otro partido del grupo G, donde el Valencia es tercero, el Werder Bremen ganó 1-2 con un par de tantos de Klasnic. Inter y Bremen se destacan en la tabla. Mientras, en el grupo F, el Milán también cumplió su papel. Ganó 1-0 al Barcelona en un encuentro muy disputado. En Ucrania, el Shakhtar aprieta al Milán y al Barcelona después de ganar con autoridad (3-0) al Celtic de Glasgow. Matuzalem (2) y Brandao dieron oxígeno al Shakhtar. En el grupo H, el Chelsea sigue fuerte. Tres partidos, nueve puntos. Algo sólo al alcance de los clubes italianos. Terry y Gudjohnsen aniquilaron al CSKA de Moscú. Y el Chelsea cumple sus previsiones de club poderoso con José Mourinho, actual campeón, en el banquillo. En el segundo partido del grupo, el Oporto se queda rezagado. Su derrota en París (2-0) ante el PSG le deja lejos del Chelsea. Inglaterra también comparte poderío con el fútbol italiano. El Arsenal camina firme el grupo E. Es el equipo más bonito de Europa. El más elegante. Hasta la fecha lo demostraba sólo en su Liga. Ahora comienza a exhibir su talento también en Europa. Siempre fue mandando en el marcador. Primero con un gol de Ljunberg y luego con otro de Henry. Sin embargo el argentino Ezequiel González y al final Olisadebe dio un empate (2-2) al Panathinaikos. El PSV ganó en Noruega y deja al Rosenborg ya hundido. En el Rosenborg-PSV, el equipo holandés ganó 1-2. Farfán y De Jong firmaron la victoria.