Recuperar e incorporar

RECUPERAR lo recuperable é incorporar lo incorporable. Ni todo es asumible ni todo es rechazable. Dicho esto, parece evidente que el futuro de la Lucha Leonesa pase por la renovación total de estructuras y esquemas. Nuevos esquemas y estructuras mentales. En suma, tomar el casposo aluche de la boina en una Lucha Leonesa renovada y moderna. Con proyección y horizonte de futuro. Rural y ancestral no supone una concesión a lo « alucheramente rústico y primitivo» Pero no parecería menos evidente que la recuperación no pasa por tragar con todo, todo lo que no funciona, sino aprovechar lo aprovechable de lo que se viene haciendo más ó menos bien ó menos bien. Por ejemplo la Lucha de Base en opción de un padre -A.R.S.- resulta patética. Y de tal patetismo Infantil y Juvenil no hay quien recupere nada y mal se puede enderezar sobre la base (¿) de lo existente. Ni, en general, de todo lo que se mantiene -sostiene- «p¿aintirando»; versus languideciendo «p¿air tirando p¿adelante ó p¿atrás?». No se trata de optar entre el todo ó nada, sino entre algo ó nada. Si se opta por el maximalismo de que no es posible abordarlo todo, se perderán tontamente por lo menos otros 4 años (ciclo de legislatura federativa... si no hay «prórroga») amparados en resignaciones y fatalismos. Alejar, en definitiva, el riesgo de que se cumpla la máxima de Lampedusa: hacer que todo cambie para que todo siga igual. Romper moldes Frente a ello «la imaginación al poder» según el grito de Mayo Francés del 68. Decía Churchill que se puede estar sin ideas en el poder, pero es imposible llegar al poder sin ideas. Mentalidad permeable, amplia y abierta: lo opuesto a rígida, estrecha y cerrada. Dispuesta a romper moldes a la manera en que lo hizo la vigente -y pujante- Federación de Lucha Canaria. Romper moldes -desmoldarse- y romper techos. Recuperación é incorporación de afición. Romper el techo de esos mil ó mil y pocos aficionados que se dan cita en León capital. Y en general algunos menos por la provincia y que habitualmente son los mismos salvo algún forastero de la fiesta del lugar y algún veraneante del contorno. Empezando esta recuperación, ya de entrada, por mejorar el propio espectáculo en lo competitivoluchístico y en la puesta en escena. Paralelamente ofrecer alicientes para el seguimiento extra-corro: las clasificaciones de la liga «las siguen cuatro» (afectados) y son tan ramplonas como manifiestamente mejorables. Y cabrían otros seguimientos fuera del «en directo» (quiniela luchística, t.v...) compartir con otros deportes (prticularmente boxeo) u ya no digamos el avance compartiendo otras modalidades de Lucha. En cuanto a imagen, a la pobretona imagen general de nuestra lucha leonesa, prácticamente nada recuperar y todo a incorporar. Escenificación, marketing luchístico, optimización de recurso, merchandising (posters, reclamos, publicidad en general...). Cambio de tercio al hilo de la actualidad y para no espesarnos. A la castellana Fundación Villalar, y en aras del fortalecimiento de esa identidad regional que preconiza, la suya, se le podría encomendar el apadrinamiento de su «aluche castellano leonés» por tierras andaluzas ¿Los Juegos Mediterráneos de Almería no podrían ser ocasión de auto propaganda, con la bandera del Castillo en riste...? Apuntarse al «fin de fiesta» con el pintoresquismo de enganchar - como a lo largo del verano- a luchador con luchadora: numerito de alcance y proyección que es celebrado y alentado por algún sector mediático enardecido. Ya está, identidad regional; identidad folclórica regional vía Villalar... Y es que muy propio de la castellana Fundación Villalar sería salir convirtiendo a la Lucha Leonesa en dicho «aluche castellano leonés», porque camino de esa apropiación -expropiación y expolio llevan desde Valladolid: Federación Territorial o Castellano leonesa de Lucha. Por cierto ¿sabrá el directo regional de Deportes de esta autonomía lo que es la Lucha Leonesa? Su homónimo y equivalente en las autonomías uniprovinciales de Asturias y Cantabria, raro es el día que no aparece en sus prensas provinciales por gestiones relacionadas con los Bolos Asturianos (cuarteada) o Cantabros (bolo plama). Única provincia y volcados con unos únicos anhelos, los propios; y sin mistificar con heterogéneos y dispares identidades é intereses interprovinciales. Con el efecto funcional y operativo añadido de la inmediatez; de la cercanía y proximidad a problemas y soluciones.