España roza la vergüenza ante la solidez del juego mostrado por los tableros uzbekos Los controles de antidopaje crean la polémica en las delegaciones

España A sufrió ayer una derrota humillante, 1,5-2,5, con Uzbekistán, en la Olimpiada de Ajedrez que se disputa en el Gran Casino de Mallorca de esta localidad. La anécdota del día fue causada, una vez más, por el árbitro principal, el indonesio Ignatius Leong, que ordenó desconectar los tableros electrónicos de los equipos españoles porque no habían cobrado el dinero de bolsillo prometido. La Organización negó este hecho y ante la amenaza de llevarle a las tribunales y de llamar a la Guardia Civil Leong ordenó conectarlos. Los españoles esperaban ayer una amplia victoria de su selección con Alexei Shirov, Paco Vallejo, Miguel Illescas y Julen Arizmendi en liza. La primera sorpresa la dio Illescas que hizo tablas en 11 movimientos con Alexei Barsov; después era Shirov el que tenía que inclinar su rey, en señal de abandono, ante Kasimdzhanov. La partida de Vallejo era esperanzadora, pero el español perdió primero un peón y después un alfil y, el uzbeko Saidali Iuldachev impuso su ventaja de material. Julen Arizmendi salvó las muebles al imponerse a Anton Filippov. Los controles antidopaje que se efectúan durante la Olimpiada han sorprendido a la mayoría de los inscritos, a pesar de que se instauraron en 1999 en gran parte de las competiciones oficiales. El lunes pasado le tocó pasar el primer control al español Miguel Illescas que tuvo que irse a tomar una cerveza, sin alcohol, porque no podía orinar. Ayer corrió el rumor de que el ajedrecista al que le había tocado pasar el control se había ido y no pudo ser localizado. El subdirector de Alta Competición del Consejo Superior de Deportes (CSD), Angel Luis de la Fuente, ha declarado que el ajedrez es un deporte reconocido por el COI y que, por tanto, las sustancias perseguidas en estos controles son las mismas que en cualquier otro deporte. De la Fuente añadió que los resultados no se conocerán hasta dentro de quince días. Los deportes reconocidos por el COI no son olímpicos pero se atienen a la normas del movimiento olímpico.