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El Boandanza sacó los colores al Obras y Estructuras Ram

El conjunto gallego barrió de la cancha al equipo leonés en los primeros veinte minutos del partido

Campos, a la derecha, trata de superar al jugador del Boandanza Manuel

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Roberto Arias - león
León

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Obras y Estructuras Ram mostró ayer su peor cara de la temporada. Después del buen juego exhibido hace quince días frente al Ourense, frente al Boandanza fue una caricatura de equipo, hasta el punto que sólo el exceso de confianza de su rival evitó que el conjunto local sufriera una goleada de escándalo. Mucho se jugaban ayer leoneses y gallegos, y eso debió pesar en el ánimo del equipo local que desde el pitido inicial se vio completamente superado por un Boandanza que sabía lo que quería y cómo conseguirlo. Liderado por un Pana espléndido, el conjunto de Fene prontó dio muestras de sus intenciones, ya que apenas se habían sentando los espectadores en sus asientos y ya vencían por 0-1. Tras este gol en frío los leoneses tratan de devolver la igualdad al marcador, disfrutando de dos ocasiones para hacerlo, pero tras sus errores en ataque es Pana el que aumenta la diferencia, para dejar el partido prácticamente sentenciado en los primeros veinte minutos, llegándose al descanso con un más que elocuente 1-7 en el luminoso. En la reanudación el equipo gallego no quiere hacer sangre y pone en pista a los menos habituales, lo que aprovecha el conjunto local para igualar el dominio y empezar a acercarse a la portería visitante, aunque su falta de puntería es alarmante, pasando los minutos sin que el marcador sufra más variaciones. Al filo del ecuador Javi coloca un esperanzador 3-7, pero la respuesta del Boandanza unos segundos después por medio de Pana, su mejor hombre, frena en seco las aspiraciones locales, siendo Marcos el encargado de cerrar la cuenta en el último minuto maquillando un poco el resultado. En resumen, claro triunfo de un Boandanza que se mostró muy superior a un Obras y Estructuras Ram que volvió a ser el del inicio de temporada, que no supo centrarse en el partido y al que, quizá, lo mucho en juego atenazó por completo, dando un paso más, éste casi decisivo, hacia el abismo.