El Promesas da muestras de sus primeros síntomas de debilidad

El Promesas Ponferrada llevaba varias jornadas jugando con fuego y al final acabó quemándose en Benavente. El conjunto leonés dejó su condición de invicto ante un equipo al que, sobre el papel, debía haber ganado sin ningún tipo de problemas, a la vez de desperdiciar una nueva oportunidad de haber puesto tierra por medio con sus rivales más directos en la lucha por ocupar al final de la competición una de las cuatro plazas que clasifican para disputar las eliminatorias de ascenso a la Segunda División B, permitiendo además un reagrupamiento de sus más inmediatos perseguidores, además de hacer gala de un exceso de confianza, que vuelve a pasarle factura al ceder puntos ante un adversario de la zona baja de la clasificación, que se une así a Almazán, Racing Lermeño y Becerril, con los que el conjunto ponferradino sólo había podido empatar. Cuatro puntos de ventaja sobre el octavo clasificado es una renta que deja al Promesas sin apenas margen de error para afrontar los próximos compromisos, sobre todo el más inmediato frente al Real Valladolid B, cuarto en la general, el domingo, a partir de las 17.00 horas, en La Dehesa de San Juan, y en el que los tres puntos en juego tendrán un valor añadido por aquello de ser uno de sus rivales más directos y cualificados del grupo. La Cultural B encadenó su cuarta victoria consecutiva y se mete en la quinta posición de la general, convirtiéndose en una seria amenaza para los aspirantes a luchar por el ascenso. El filial, que desde la cuarta jornada no conoce la derrota, está manteniendo una clara línea ascendente de juego y resultados que ha permitido al equipo sumar doce puntos en los últimos cuatro partidos, habiendo marcado en los mismos 11 de los 24 goles que luce en su casillero, encajando tan sólo 2 de los 10 que tiene en su contra. Esta solidez ha permitido al filial situarse a cuatro puntos del líder y a sólo uno de la cuarta posición. La Hullera sigue sorprendiendo a propios y extraños esta temporada. El conjunto de Ciñera se mantiene en la zona tranquila de la tabla, a cinco puntos de una plaza para luchar por el ascenso y a nueve de un puesto de descenso. Su triunfo sobre el Ávila le permite mantenerse invicto en Santa Bárbara y acercarse un poco más al objetivo establecido para la primera vuelta. El Huracán no acaba de resolver sus problemas de los últimos minutos, además de no saber lo que es acabar un partido con su portería a cero. Un nuevo empate, y van cuatro en La Era, no le deja abandonar los puestos de zozobra. La Bañeza parece que da muestras de recuperación, y aunque el punto logrado ante el Norma es bueno, pero antoja insuficiente. «Salimos a ver qué pasa y el rival se aprovecha, manda y se impone» MANUEL TOMÉ PORTELA Entrenador del Promesas Ponferrada