Diario de León

La tularemia amenaza de nuevo la caza de la liebre

Un cazador, con dos hermosos ejemplares de liebre, junto a sus perros

Un cazador, con dos hermosos ejemplares de liebre, junto a sus perros

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p. v. | león
León

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El Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León ha registrado en fechas recientes cuatro casos de la temida enfermedad de tularemia en cuatro personas de la provincia de Zamora. Además, y en el acotado de Villaescusa, también en Zamora, se ha encontrado una liebre muerta por esta misma enfermedad. Si bien es cierto que, hasta la fecha, no se ha detectado ningún caso en León, la proximidad de la vecina provincia zamorana a las tierras del sur ha provocado una cierta alarma entre los cazadores que aún recuerdan la virulencia de la enfermedad hace pocos años que condujo a la prohibición de la comercialización y caza del veloz roedor. También en el centro de recuperación de aves de Valladolid han sido analizadas algunas «rabonas» encontradas muertas en el campo y que han arrojado síntomas de cisticercosis, enfermedad provocada por un parásito intestinal que produce la muerte del roedor pero que, a diferencia de la anterior, no es peligrosa para los humanos. La tularemia, enfermedad infecciosa moderadamente grave, se contagia preferentemente por contacto con la sangre o vísceras de las liebres, por lo que el peligro por excelencia está en su manipulación. De esta forma es más frecuente el contagio entre las personas que deshuellan y limpian al animal que entre los cazadores o quienes consumen la carne, pues una prolongada cocción llega a eliminar la bacteria. Los expertos recomiendan el uso de guantes como medida de precaución. Pero no es el contacto el único foco de contagio, pues éste también puede producirse por inhalación e incluso a través de la mucosa de los ojos. Los síntomas en el hombre suelen ser fuerte dolor de cabeza, fiebre alta (hasta 40ºC) y malestar generalizado. Una precaución que debe tener el cazador es la de procurar abatir solamente animales sanos. Si la liebre no huye de la forma habitual ante la presencia de perros o cazadores, o está delgada en exceso, o presenta úlceras cutáneas, lo más prudente es remitir el animal al veterinario con las precauciones debidas. Si se encuentran cadáveres en el campo debe evitarse su manipulación de no ser para proceder al enterramiento o, aun mejor, la incineración, ya que la bacteria es capaz de sobrevivir largo tiempo en el barro. Otra precaución importante es evitar la ingestión de agua en charcas o arroyos ubicados en zonas de riesgo. Incluso se conoce un caso de contagio en el que el transmisor fue un cangrejo rojo que hizo una leve herida con sus pinzas a la persona que lo manipulaba. También las garrapatas son transmisoras de la bacteria a través de su picadura. Los cuatro casos detectados en Zamora se han producido en Villabrázaro (dos) Bercianos de Vidriales y Toro. Afortunadamente en León y en la presente temporada no se ha detectado caso alguno.

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