Federer confirma ante Hewitt que nunca falla en las grandes citas

Con su victoria ante Lleyton Hewitt en la final de la Masters Cup, el tenista suizo Roger Federer puso la guinda al pastel de una temporada en la que su tenis rayó prácticamente la perfección. Con tan sólo 23 años, el suizo se convirtió este domingo en el tercer jugador capaz de alzarse con dos «copas de maestro» de manera consecutiva, hito histórico sólo al alcance de grandes figuras como el estadounidense Pete Sampras (96-97) y el australiano Lleyton Hewitt (2001-2002), al que propinó además el sexto correctivo de la temporada en un total de seis enfrentamientos. Todo eso en un año en el que el joven suizo ha saboreado las mieles del triunfo en las once finales que ha disputado, logrando, junto con el Masters Cup, títulos tan destacados como el Open de Australia, Wimbledon y el US Open, además de los Masters Series de Canadá, Indian Wells y Hamburgo. Y si no sabe lo que es perder una final esta temporada, el helvético tampoco ha conocido en su carrera el sabor de la derrota en una final de Grand Slam, torneos en los que con las tres victorias de esta temporada ha igualado la marca del mítico sueco Mats Wilander, capaz de anotarse en un mismo año (1988) Australia, Wimbledon y el US Open. Con un registro de tan sólo seis derrotas, dos de ellas ante los españoles Albert Costa y Rafael Nadal, en los 76 partidos disputados este temporada, Roger Federer va camino de romper todas las marcas habidas y por haber en el mundo de la raqueta por lo menos a tenor de lo exhibido esta temporada, en la que tan sólo el británico Tim Henman, de entre los diez primeros clasificados en la lista ATP, ha sido capaz de bajarle de las nubes en las que su sólido tenis le ha instalado. Sólo Roland Garros, donde fue eliminado en tercera ronda por el brasileño Gustavo Kuerten y los Juegos de Atenas, de los que se despidió tras perder en segunda ronda ante el checo Thomas Berdych, se resistieron al ímpetu del jugador de Basilea, único borrón en un intachable expediente que va camino de récord. Profesional desde el año 1998, temporada que finalizó como el mejor en el circuito júnior, éste declarado admirador del juego de Boris Becker y de Pete Sampras ha exhibido además una progresión constante a lo largo de su corta carrera en las pistas de tenis, en las que año tras año ha ido incrementando paulatinamente sus éxitos, hasta llegar a convertirse en el incontestable número uno que es. Y es que a sus 23 años, el suizo ya atesora un total de 22 títulos. Inauguró su palmarés con el conseguido en Milán en la temporada de 2001, al que se sumaron los tres del siguiente año y los siete conseguidos en la última campaña, en la que además conquistó su primer Grand Slam, Wimbledon.