El Dépor se queda hasta sin Uefa al caer por la mínima en Atenas (1-0)

El Deportivo tampoco fue capaz de ganar al Olympiacos y dijo adiós a la presente edición de la Liga de Campeones, y también a la UEFA. Los coruñeses volvieron a dar una muy mala imagen en tierras helenas, en donde demostraron las carencias de toda la temporada. El equipo coruñés se confirmó como el único equipo que todavía no ha marcado un gol en la competición. No les importó a los griegos cederle la iniciativa a los coruñeses, conscientes de sus limitaciones para crear fútbol y de sus facultades para la presión. La adelantada defensa de los locales hacía caer una y otra vez en fuera de juego a Luque, lo que hacía presagiar un partido en que los de Irureta precisarían de mucha paciencia. El problema para el Deportivo era que, al margen de buscar su primer gol en la competición, debía mantener su portería a cero, y no parecía fácil a la vista de sus concesiones atrás. Así llegó la primera oportunidad del Olympiacos, en una acción en la que Okkas se plantó sólo ante Molina, pero, con todo el tiempo del mundo, lanzó el balón al cuerpo del portero. Minutos después llegó una jugada clave para el partido, cuando Schurrer cortó intencionadamente un balón con la mano, para evitar que Luque se fuera solo hacia la meta de Nilopolidis. Incomprensiblemente, el árbitro sólo la amarilla al argentino. Superado el enfado, los herculinos continuaron intentándolo del mismo modo, a base de balones largos con los que romper la línea helena. No tenían demasiada suerte, pero la apuesta local se antojaba arriesgada ante pasadores de la calidad de Valerón o Fran. El ataque del Olympiacos respondía a una estrategia similar a la del Deportivo, pero con igual suerte a la hora de salvar el fuera de juego. Además, los griegos llevaban peligro en las acciones a balón parado. Así las cosas, el partido esta abierto, incluso demasiado para los intereses coruñeses, pero terminó decayendo en su ritmo para llegar al descanso con el resultado inicial. Eso sí, no faltaron sustos para Molina, como un disparo al larguero de Kafes. A los de Irureta no les quedaba más remedio que arriesgar para no decir adiós a la Liga de Campeones. Y no empezó mal la segunda mitad, con un disparo de falta de Luque detenido con dificultades por Nikopolidis. Pero la acción no intimidó a los griegos, a los que les valía el empate y no tenían que exponer más de lo necesario. Aún así, el Olympiacos no se encerró atrás y buscó los espacios dejados atrás por los coruñeses. Desesperación El Deportivo no ganaba y encima el Monaco superaba al Liverpool, con lo que la desesperación comenzó a llegar a las filas gallegas. Sin embargo, ni con la urgencia de la victoria el equipo se lanzaba a por el gol. Seguía tímido, sin ninguna concesión al riesgo extremo que imponía su situación. Y ante la falta de claridad y escasa intensidad de los coruñeses, el Olympiacos cogió confianza y empezó a pensar en la cercanía de los octavos de final. Los helenos hicieron méritos para marcar y lo consiguieron en el minuto 68, tras un pase interior de Rivaldo culminado por Djordejvic. Sólo entonces, con la derrota, reaccionó Irureta con la entrada de Pandiani, pero ya era tarde. El Olympiacos estaba más que cómodo en el campo y no tenía problemas en dormirlo para evitar cualquier amago de reacción coruñesa. El Deportivo se sintió impotente, entregó el partido y dejó pasar los minutos.