El Madrid enmascara sus muchas carencias con goles de calidad (5-0)

TSi alguien sólo analiza este partido por el resumen de las mejores jugadas en televisión pensará que García Remón ha dado con la tecla, que el Real Madrid vuelve a ser imparable y que los galácticos están soberbios. Pero que nadie se llame a engaños porque, pese a conseguir cinco goles espectaculares, dos de ellos de Ronaldo, otro de Figo, uno más de Beckham y la guinda de Owen, el equipo blanco vivió el primer tiempo a merced del Levante y volvió a mostrarse entonces lento y con carencias. Aunque cueste creerlo después del 5-0 final, Casillas fue de los mejores de su equipo, al que salvó cuando el Levante amenazaba. Contrasta su actuación con la de Mora, que apenas tuvo que intervenir en toda la noche pero se llevó una manita para no olvidar. Cuatro de esos goles los encajó, además, en diez minutos. El primero al borde del descanso y los tres que le destruyeron en el arranque de la segunda mitad. Fue un partido de esos que en los últimos años se ven con cierta frecuencia en el Bernabéu. El inapelable triunfo lo firmaron los locales, pero el fútbol no mostró esa diferencia. Aunque a Schuster le debió afectar el miedo escénico y prescindió de inicio de Ettien y Manchev para jugar con tres centrales, el Levante salió dispuesto a plantarle cara al Real Madrid. Y lo hizo a base de tener el balón, tocar con tino y desmarcarse. Le falló, empero, lo mismo que a todos los equipos modestos, el pase o el remate final. Ahí está la diferencia. Como ocurrió, por ejemplo, el día que el Getafe visitó el Bernabéu, el equipo modesto manejó con solvencia la situación en el primer tiempo. Superado el susto inicial que siempre tiene que imponer jugar ante los galácticos en este escenario, el Levante se encontró entonces más cómodo que nunca porque seguro que ningún adversario de Primera le permitió desenvolverse con tantos espacios. En ocasiones, hasta los centrales visitantes se plantaban en las inmediaciones del área madrileña tras recorrer todo el campo sin hallar oposición. Casillas se sumó al guión tipo y mantuvo en pie a su equipo con dos notables intervenciones en este primer período. Sacó una gran mano a un disparo de Sergio García, que engatilló de maravilla pero estaba muy escorado, y después atajó un remate cercano de Nacho. Merodeaba el Levante pero no golpeaba, lo que equivale a derrota segura cuando enfrente hay jugadores de tanta calidad, por muy mal que estén. Enfado del público El público, cada vez más harto del mal juego y la actitud de muchos de sus ídolos, comenzaba a tomarla con jugadores como Ronaldo, Samuel y Roberto Carlos. En realidad, salvo el portero y Helguera, todo el equipo era en ese momento un desastre. Flojeaba atrás, apenas tenía salida en el centro y por las bandas estaba romo por la querencia de Beckham y de Figo de venirse al medio. Ronaldo decide Pero de pronto, cuando el descanso era un mal menor para el Madrid, todo cambió en una acción aislada. Samuel robó un balón en falta que no indicó Turienzo, Beckham lanzó un gran pase a Ronaldo y el brasileño demostró que dentro del área es un número uno. Con ese gol, el Madrid respiró y la hinchada cambió los pitos por palmas. El Levante, que se veía superior hasta entonces, lo encajó muy mal, se cebó en las protestas al árbitro y se fue completamente del partido. Hecho lo más difícil, al Real Madrid sólo necesitó pisar el acelerador al salir del vestuario para cerrar el partido con tres goles maravillosos y echarse de nuevo a dormir. Es cierto que los galácticos se vieron favorecidos por la candidez de los valencianos, con desajustes en su improvisada línea de tres, pero es innegable que Figo y Beckham agarraron dos disparos soberbios y que Ronaldo salvó otra vez la salida de Mora con esa sangre fría que sólo poseen los más grandes. Ahí se acabó prácticamente el extraño partido, ya que el Levante firmó su rendición y el Madrid pensó más en el Bayer Leverkusen que en el Villarreal, donde jugará con un once plagado de suplentes. Figo se buscó la quinta tarjeta y Guti lo intentó por todos los medios sin conseguirlo. Antes, firmó una jugada grandiosa para asistir a Owen, que cumple cada vez que sale. Figo y Guti buscaron la tarjeta Figo y Guti se perderán el encuentro contra el Villarreal tras ver ayer la quinta tarjeta amarilla, por lo que cumplen ciclo y un partido de sanción. Ambos futbolistas vieron la cartulina amarilla por idéntico motivo en la segunda mitad, ya que no dejaron sacar a un futbolista del Levante interponiéndose en el saque de la pelota. Todo apunta a que iban a descansar para jugar en Roma y así aprovechan para deshacerse de las tarjetas. Ronaldo coquetea con la Bundesliga Ronaldo coquetea con la posibilidad de irse a la Bundesliga, cuando acabe su contrato con el Real Madrid, y también con su compañero de equipo, David Beckham, al que considera «el más bello» del mundo. «Hasta ahora no tengo ninguna oferta y mi contrato con el Real expira en 2007. ¿La Bundesliga después? Por qué no. Estoy dispuesto y me conozco la liga muy bien. Tengo ahí muchos amigos brasileños», dice Ronaldo en una entrevista al dominical «Bild am Sonntag». El brasileño esquiva la pregunta de cómo puede ser que un equipo como el suyo, repleto de estrellas, empatase a uno en casa contra el Bayer Leverkusen y dice que «en fútbol todo es posible». Ronaldo recuerda que, con o sin grandes estrellas, los jugadores deben «luchar cada año» y dice que «once individualidades no son suficientes», sino que se necesita espíritu de equipo. El brasileño no parece tener la menor duda en dos cosas: quién es el mejor guardameta de Alemania y quién el más guapo del mundo. Entre Oliver Kahn y Jens Lehmann -los arqueros que se disputan la titularidad de la selección alemana-, Ronaldo opta por el primero: «Sin discusión: Kahn. Los dos son buenos, pero Oliver es el mejor». Respecto al más guapo, tampoco hay discusión: «Beckham es el más bello. Lo es desde la cuna».