Los americanos se toman la final como un reto al desafío español

El capitán del equipo estadounidense de Copa Davis, Patrick McEnroe, dejó claro que no temen el «desafío» que representa la final que disputarán en Sevilla entre el viernes y el domingo próximo ante un equipo español que, aseguró, «no tiene puntos débiles ya sea en individual o en dobles». McEnroe puso de relieve que los jugadores estadounidenses se adaptarán sin demasiados problemas a la cancha sobre la que se jugarán los partidos de esta final a la que llegan «en forma» y conscientes de la «gran oportunidad» que tienen de alzarse con el título aunque para ello deban superar la presión ambiental que ejercerá el público local. No en vano, para McEnroe no supone ningún augurio negativo el recuerdo del España-Estados Unidos jugado en tierra batida en Santander hace cuatro años, en el que Estados Unidos salio vapuleado por un inapelable 5-0. Del mismo modo, el responsable del equipo estadounidense se mostró confiado en que los suyos darán la talla, en el plano físico incluso si los partidos se alarga a cinco sets. Empero, McEnroe aseguró que todavía no ha decidido quienes disputarán los encuentros individuales para los que incluso podría sustituir a Mardy Fish por Vincent Spadea. Dentro de este juego de estrategia, el capitán americano tampoco excluye que España cambie también su nómina de jugadores en la final sevillana. Pero eso no le impide insistir en sus elogios a los integrantes del equipo hispano, con especial mención de Tommy Robredo y Juan Carlos Ferrero, pese a que éste no parece atravesar por su mejor momento de forma. Ferrero es un gran jugador sobre tierra batida y aunque ha sufrido muchos problemas y lesiones este año debemos tener en cuenta que fue campeón de Roland Garros aunque estamos en la Copa Davis», precisó. En cuanto a los propios jugadores, Mike, uno de los dos hermanos Bryant que forman la pareja de dobles, descartó que Estados Unidos parta como favorito en este encuentro concreto, que parece ser la principal baza con la que cuenta, en principio, el equipo rival de España. «Somos, un poco favoritos, aunque primero habrá que disputar el partido, porque los españoles juegan muy bien sobre tierra batida. Por eso, si queremos ganar, tendremos que estar al máximo de nuestras posibilidades», precisó. Andy Roddick, número uno de equipo estadounidense de Copa Davis, admitió que se sentirá empequeñecido al jugar ante los 26.600 aficionados que se reunirán en la pista central del Estadio Olímpico de La Cartuja en Sevilla este fin de semana. «Me sentiré empequeñecido al jugar ante tanta gente, pero es lo que tanto yo como el resto de nuestro equipo estamos esperando desde hace mucho tiempo», comentó el ex campeón del Abierto de Estados Unidos». El equipo español afronta una nueva final de la Copa Davis, la que le mide a Estados Unidos a partir del viernes en Sevilla, con el reconocimiento en su potencial y la confianza en una victoria que les sirva para desquitarse del tropiezo que sufrieron hace 12 meses sobre la pista de Melbourne. Juan Carlos Ferrero, Rafael Nadal, Tommy Robredo y Carlos Moyá serán los encargados de defender el pabellón español. Es precisamente el último el que ha fijado durante las últimas temporadas la Copa Davis como uno de sus principales objetivos después de perderse la final de 2000. «La Copa Davis tiene una grandeza especial», afirma el mallorquín. «Soy el más veterano del equipo y en teoría las ocasiones van disminuyendo año tras año. Nunca se sabe lo que va a pasar, pero tanto el resto del equipo pueden tener una nueva oportunidad. De todas formas no me obsesiono. El año pasado también disputé una final y en teoría también podía ser la última. A nivel colectivo quiere decir que es diferente el equipo al de 2000 tenemos grandes jugadores. En el personal, jugar una nueva final significa que sigo arriba», comentó.