Ademar descansa ya en Chequia tras un largo viaje de quince horas

Cuando el portón del avión se abrió en el aeropuerto de Ostrava (República Checa) y la expedición del Ademar de León echaba pie a tierra, pasaba de la media noche. Atrás quedaban más de catorce horas de viaje por tierra y por aire que se reflejaban bien a las claras en los rostros cansados de jugadores y cuerpo técnico. A esas horas no había tiempo para nada más que fuese reponer fuerzas y reposar un poco antes de irse a dormir. Y eso fue lo que hicieron los jugadores leoneses que durante los dos próximos días prepararán a conciencia el choque que disputarán el domingo (10. 30 horas) en la complicada cancha del Banik Karvina en el primer partido que decidirá quien de los dos pasa de octavos de la Recopa. Ya muy lejanos quedan los dos cruces anteriores, el Torgler Merano italiano y el Bosna Sarajevo, que no obligaron a la maquinaria del Ademar a funcionar al máximo régimen de revoluciones. Su nivel, sensiblemente inferior al del Ademar, llevó incluso al técnico Manolo Cadenas a realizar rotacines en ambos partidos, dando descanso sobre todo a los pivotes, y regalando minutos a los jugadores menos habituales. Las cosas, ahora, pintan de otra manera. Toda la expedición es consciente de que la verdadera competición europea, la que de verdad sirve para testar el potencial de un equipo tiene el punto de salida en tierras checas y el banderazo de arranque se dará dentro cuarenta y ocho horas. Los jugadores llegan a su cita europea con mucha moral y el entrenador, Manolo Cadenas, también. El de Valdevimbre espera que la buena racha no se trunque ahora y que las virtudes del equipo continúen sin mancha.