La primera de cava, ésta de fino

Por fin, para Carlos Moyá llegó el momento de disfrutar de la gloria en la Copa Davis. Esta vez su aportación a la suma de puntos resultó definitiva. El mallorquín, más crecido que nunca en su deseo de vivir la emoción que proporciona conquistar la ensaladera de plata, se transformó en el personaje de la jornada de cierre en la finalísima de La Cartuja. Moyá volvió a exhibir el extraordinario juego desarrollado en la primera jornada frente a Mardy Fish y en esta ocasión su víctima fue, nada menos, que el mismísimo Andy Roddick, número 2 del mundo, con el que había perdido en los tres enfrentamientos dirimidos. Moyà logró, pues, el tercer punto en el encuentro contra Estados Unidos. Lo hizo apoyado en un tenis de fondo de gran precisión y efectividad. La victoria del jugador de Mallorca se produjo por 6-2, 7-6 (7-1), 7-6 (7-5) en dos horas y 29 minutos. Fue relativamente laborioso ese merecido triunfo del español. Y es que Roddick no alcanzó el tono ideal para echar por tierra los planes del tenista hispano. A Moyá, además, le sobró inteligencia para doblegar a su oponente. Roddick cayó no pocas veces en la celada tendida por Moyá en forma de dejada inalcanzable y no conforme con lograr no pocos tantos con ese sorpresivo y atinado recurso, también acertó a la hora de enviar globos medidos sobre el campo del rival cuando Roddick se aproximaba a la red en busca de los remates. Moyà no disputó aquella final del Palau Sant Jordi de 2000. Viajó el año pasado a Melbourne, pero no pudo saborear el triunfo ante Australia, que acabó ganando 3-1. Ahora, en cambio, es parte del éxito global obtenido por España en Sevilla. Ganó en el primer partido a Mardy Fish y sumó otra victoria a costa de un Andy Roddick que no rindió lo que en él es normal. Más de uno mostró su perplejidad a la vista de cómo fue discurriendo el primer set del partido Moyá-Roddick. Parecía imposible admitir aquella rápida ventaja de 4-0 conseguida por el español gracias a dos pérdidas de servicio por parte del americano. En realidad esa manga fue casi un visto y no visto, resuelta en 36 minutos. Mientras Carlos Moyá afinó con sus golpes largos y colocados, Roddick no fue capaz de una contundente respuesta, ni siquiera con su potente servicio. El estadounidense, eso sí, no falló en las bolas altas. Con su remate se manifestó certero por completo. El encuentro tomó un giro diferente en el segundo set. Se llegaba al cuarto juego con ventaja de Roddick por 3-1. Había empezado a canalizar su ofensiva. Sin embargo, no la mantuvo y eso dio pie para que Moyá volviera a meterse en el partido. En el octavo juego Roddick sufrió su segunda caída y a partir de aquel instante dio la impresión de que algo le ocurría a su mecanismo. Para más inri, Moyá, que llegó a estar 4-5, resolvió la comprometida situación en el décimo juego con tres puntos consecutivos de saque directo. Quizá a raíz de entonces el español se percató más claramente de que iba por el buen camino. Llegó al desempate y lo zanjó con rotundidad. Le restaba un set para facilitar a España su segunda Copa Davis. Con 5-4 abajo en el tercer set, Roddick salvó una primera bola de partido al conectar un saque directo. Después, en el desempate, se le escaparon otros dos match points hasta que en la cuarta oportunidad un resto de revés del americano supuso el punto de la victoria para un Carlos Moyá pletórico de alegría. Al fin había triunfado en la Copa Davis. Otra muesca más para su brillantísimo palmarés. Fish ganó a Robredo el quinto El quinto y último partido de la finalísima tuvo como protagonistas a Mardy Fish y Tommy Robredo. Los capitanes de España decidieron no alinear a Rafael Nadal en vista del desenlace del partido entre Moyá y Roddick. Fish, medalla de plata en los Juegos de Atenas y número 37 de la clasificación mundial, derrotó a Tommy Robredo por 7-6 (8) y 6-2 en una hora y 29 minutos. El americano necesitó el desempate para adjudicarse el primer set por un apretado margen y en el segundo período se mostró mucho más activo que Robredo. España consuma, por tanto, un favorable 3-2 ante Estados Unidos; aunque quizá el último partido sobró. Lo de muestra elq ue los americanos acabaron jugando al beisbol en un recinto paralelo mientras los españoles celebraban con el público la victoria que coloca a España séptima en el palmarés de la Davis. En la final se produjeron estos resultados parciales: Carlos Moyà derrotó a Mardy Fish por 6-4, 6-2 y 6-2 en una hora y 57 minutos. Rafael Nadal a Andy Roddick por 6-7 (6), 6-2, 7-6 (6) y 6-2 en tres horas y 38 minutos. Carlos Moyá a Andy Roddick por 6-2, 7-6 (1) y 7-6 (5) en dos horas y 29 minutos.