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La noche que la cantera falló

La principal labor de la entidad se centra el recuperar la moral de los Messi, Javito, Rodri, Verdú, Navarro e Iniesta, sobre los que recayó la responsabilidad de dar el do de pecho

Publicado por
Alex Santos - barcelona
León

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El Barcelona jugará los octavos de final de la Liga de campeones como segundo de grupo tras haber caído inesperadamente contra un rival inferior sobre el papel como el Shakhtar de Donetsk, conjunto que en la práctica se reveló muy superior al equipo barcelonista, plagado de jugadores de la cantera que no tuvieron su noche. El resultado (2-0), a pesar de resultar la segunda derrota en la competición (tras perder contra el Milán 1-0, en San Siro), es lo de menos porque la victoria del Barcelona para ser efectiva, y por lo tanto para aspirar a ser primero de grupo, pasaba irremediablemente porque el Milán perdiese en Glasgow contra el Celtic, hecho que no se produjo porque el partido acabó con empate a cero goles. La peor noticia para el Barcelona, sin duda, fueron las dudas que hayan podido suscitar la aportación de un grupo de canteranos, que fueron barridos por los entusiastas futbolistas del Shakhtar. La principal labor de la entidad, más que restituir su condición de equipo que juega a un gran nivel, se centra el recuperar la moral de los Messi, Javito, Rodri, Verdú, Fernando Navarro e Iniesta, sobre los que recayó la responsabilidad de dar el do de pecho en un partido hasta cierto punto irrelevante para el club catalán, pero de máxima presión para los nuevos valores. Cuentagotas hasta ahora En los últimos meses, la aparición de los jugadores de la cantera en el primer equipo se ha producido a cuenta gotas y en casi todos los casos el éxito ha sido elevado, a excepción del amistoso que el Barca jugó contra el Olympique de Marsella (0-0) el 7 de octubre en Perpiñán, en el que el conjunto catalán jugó con un equipo plagado de jugadores de la cantera y cuyo principal objetivo fue encontrar un recambio en el eje de la medular, debido a las lesiones de Motta y Edmílson. Anoche fue la primera vez que el técnico del Barcelona, Frank Rijkaard, fue realmente efectivo en relación a las rotaciones de sus jugadores; quería dar descanso a sus estrellas y no tenía donde echar mano. El resultado del experimento de Rijkaard acabó en un encuentro de mal ver. Demasiada responsabilidad Al final, sabedor de que algunos de los jóvenes en los que recayó la responsabilidad de mantener al Barca al nivel de los últimos partidos podría ser estigmatizado por el mal debut en Donetsk, Rijkaard se apresuró a liberarlos de cualquier responsabilidad, a pesar de haber puntualizado que el equipo cometió algunos errores en defensa. Al margen de la mala imagen que ofreció el Barcelona en Europa con su equipo plagado de canteranos, las últimas aportaciones de jóvenes valores han dado importantes frutos en la entidad. Así, Andrés Iniesta, llamado a ser una pieza básica en un futuro cercano, se ha destacado como un jugador muy válido en los pocos minutos que ha jugado esta temporada e, incluso, supo aprovechar sobradamente la oportunidad que tuvo el sábado pasado contra el Málaga contra el que salió de titular. Semanas atrás, otro canterano que recibió la responsabilidad de la titularidad, como fue Damiá Abella, respondió a las expectativas, como la temporada pasada también hizo Oleguer Presas cuando fue invitado a ser titular. La cantera barcelonista juega un papel determinante esta temporada en el club, como consecuencia de la plantilla corta que ajustó Rijkaard y, además, por las numerosas bajas por lesión de larga duración. A pesar de la confianza mostrada por Rijkaard con los jóvenes, el técnico será el primero en impulsar contrataciones de jugadores en la apertura del mercado de invierno.