Villar claudica a la presión y expedienta a Luis Aragonés
El Consejo Superior de Deportes obliga a la Federación a actuar en la polémica por el presunto racismo
Villar, a su salida de la comisión antiviolencia reunida ayer
Forzada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), la Federación Española de Fútbol no tendrá más remedio que abrir expediente disciplinario a Luis Aragonés por sus controvertidas manifestaciones, en vísperas del España-Inglaterra del 17 de noviembre en el Santiago Bernabéu, que fueron interpretadas como racistas. Tras escuchar durante aproximadamente una hora al reelegido presidente Ángel María Villar, la Comisión Nacional Antiviolencia instó de manera urgente al organismo federativo a abrir un procedimiento contra el seleccionador nacional por referirse a Henry como un «negro de mierda» y asegurar que los «británicos eran racistas porque perseguían como lobos a los negros en las colonias». Villar recibiría una fuerte sanción e incluso podría ser inhabilitado en el caso de que no atendiera la petición del Ejecutivo. A partir de ahora, las grandes incógnitas residen en conocer si el expediente acabará en sanción o dejará impune al técnico madrileño, y si Luis acatará el proceso tras asumir que se equivocó o cumplirá sus veladas amenazas de abandonar la nave de la selección. Rafael Blanco, director general del CSD y presidente de Antiviolencia, dejó claro al término del encuentro con Villar que, aunque cree en la sinceridad de Luis, su comportamiento fue incorrecto y hay que sancionarlo porque «la ley es igual para todos». La Uefa multa al Madrid Por su parte, el Real Madrid puede respirar tranquilo. La Comisión de Control y Disciplina de la Uefa saldó con una multa de 9.780 euros el castigo al club por el «comportamiento racista de varios de sus aficionados» durante el partido de la Liga de Campeones que enfrentó a los blancos con el Bayer Leverkusen, el pasado 23 de noviembre en el Santiago Bernabéu. Tras ver el reportaje de Sky News, que realizó un seguimiento a los Ultras Sur con una cámara situada a tres metros del sector ocupado por el grupo de hinchas radicales del Real Madrid, la Uefa considera que hubo cánticos racistas contra los jugadores negros del equipo alemán Roque Júnior y Juan y que algunos de los aficionados también realizaron saludos nazis.