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El Athletic coge oxígeno al marcar un gol Del Horno en fuera de juego

El choque con el Athlético en San Mamés ofreció un partido intenso pero de poca calidad

El defensa colchonero Sergi Barjuan, perseguido por Jonan García en el encuentro de ayer

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I. Lasa - bilbao
León

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En un partido intenso, con ritmo, pero de escasa calidad técnica, el Athletic de Bilbao se impuso al Atlético gracias a un gol en fuera de juego de Asier del Horno. Un resultado que permite a los de Ernesto Valverde salir, por el momento, de la frontera con el descenso en donde estaba. Los leones estaban perdidos en el campo, sin el líder de la manada. Yeste, ese genio de los pelos imposibles y que como tal aparece cuando quiere, tuvo que ver el partido por la tele por una amigdalitis. Con este lastre, el resto de sus compañeros andaban sin rumbo, buscando un nuevo comandante que los sacara del pantanal en que se había convertido San Mamés. Y no por el estado del campo, sino por el planteamiento de los colchoneros. El Atlético salió a morder, con más corazón que calidad e ideas. Una efímera presión y cuatro toques entre los jugadores sirvieron para que sus homólogos de Bilbao no supieran qué hacer. Con estos ingredientes, crearon una jugada de 'pin-ball' en el área que no acabo en la portería del riojano Aranzubia porque ningún futbolista supo cómo tirar a puerta. En esta situación, salió un chaval desgarbado, que parece que no hace nada para coger las riendas de su equipo. Era Iraola, ese lateral derecho que hizo maravillas en Anoeta hace dos semanas. El de Usurbil empezó a recorrer su banda, sin prisas, haciendo las gambetas necesarias para driblar a sus contrarios y colocar balones al área. Poco a poco, con algo tan simple como esto, el Athletic se hizo con el partido. Del pie de Iraola salió un disparo que pegó en Gurpegui y que Leo Franco sacó como pudo. El segundo aviso fue el definitivo, para desesperación de Ferrando. El técnico colchonero había advertido de los peligros de Del Horno en el segundo palo de todos los lanzamientos a balón parado. Pues la defensa se durmió y el lateral pudo poner otra muesca en su revólver aunque en fuera de juego.